La presidente Cristina Fernández de Kirchner cuestionó ayer duramente, mediante un extenso texto en las redes sociales, a un académico que la había criticado por unos recientes dichos de la mandataria sobre el nazismo.
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La presidente Cristina Fernández de Kirchner cuestionó ayer duramente, mediante un extenso texto en las redes sociales, a un académico que la había criticado por unos recientes dichos de la mandataria sobre el nazismo.
La jefa de Estado rechazó una columna de opinión que escribió Alejandro Corbacho, director del Departamento de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad del Cema.
El 5 de agosto pasado, en una cadena nacional que brindó en la Casa Rosada, Cristina había afirmado que "la llegada de Hitler al poder no había sido producto de la inflación, sino de la humillación de Alemania, a partir de las condiciones vergonzantes que los Aliados, durante la Primera Guerra Mundial, habían impuesto a ese país luego de su derrota, en la firma del Tratado de Versalles".
Tras eso, Corbacho publicó una nota en la que cuestionó a la jefa de Estado y en el artículo consideró que "los líderes políticos recurren a las lecciones de la historia para justificar o defender sus acciones" y que suelen mostrar "una gran confianza en sus afirmaciones y carecen de inhibición para utilizar el pasado aunque sepan poco del tema".
Luego de recibir esa crítica, Cristina respondió: "Es un elemento que utiliza para resaltar que no sólo no tengo inhibiciones, sino que además no sé nada". Al respecto, la Presidente advirtió: "Mi afirmación no era producto de mi falta de inhibición, sino de mi lectura respetuosa de John Maynard Keynes. No sólo uno de los protagonistas del Tratado de Versalles, sino de uno de los más grandes economistas, historiadores y académicos, de los de verdad, en la historia mundial".
"A Keynes lo he escuchado nombrar, pero ¿Corbacho quién es?", ironizó la mandataria, quien agregó que el académico del Cema "se ve que no ha leído" al economista británico, fallecido en 1946.
En ese sentido, recordó que Keynes desarrolló los fundamentos "de su oposición a las condiciones del Tratado" de Versalles y que, tras eso, "no lo volvieron a contratar durante años" hasta que volvieron a tomarlo en cuenta "después de la Segunda Guerra Mundial y el horror del nazismo que él predijo".