Al cumplirse el 105º aniversario del natalicio de la Madre Teresa de Calcuta hoy se celebra en nuestro país el Día Nacional de la Solidaridad, para generar conciencia sobre la importancia de ayudar, desinteresadamente, al prójimo.
La solidaridad es una adhesión o apoyo incondicional a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles. En este sentido la Argentina ha dado muestras muy fuertes de la unidad del pueblo cuando circunstancias excepcionales lo requieren.
Más allá de la solidaridad que hoy se ve en el país por las inundaciones en la provincia de Buenos Aires, la Argentina ha demostrado, a través de la historia, la conciencia social ante la necesidad de otro compatriota.
La propuesta fue promover la solidaridad, responsabilidad social y la participación ciudadana desinteresada.
Al respecto es importante recordar las grandes campañas solidarias que registra el pueblo argentino, entre ellas en el terremoto de San Juan, en 1944, y para la guerra de Malvinas, en 1982.
Particularmente los jujeños también han sido, y lo siguen siendo, muy solidarios; de allí se desprenden las diferentes instituciones tanto no gubernamentales como privadas y escolares que trabajan desinteresadamente en buscar brindar una mano a quienes más lo necesitan.
En este punto es importante destacar también el rol y compromiso social que han adoptado los jóvenes de toda la provincia. Ellos son, en muchos casos, los iniciadores de las diferentes campañas solidarias.
Madre Teresa de Calcuta
Agnes Gonxha Bojaxhiu nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, Imperio Otomano -en la actualidad Macedonia. A los 18 ingresó a la Orden de las Hermanas de Nuestra Señora de Loreto y fue allí donde se cambia el nombre por el de Teresa, en honor a la santa patrona de los misioneros, Teresa de Lisieux.
Mientras enseñaba en el convento comenzó a preocuparse por los enfermos y por los pobres de la ciudad de Calcuta, que la llevó a fundar una congregación con el objetivo de ayudar a los marginados de la sociedad.
En 1950 el Vaticano la autorizó a comenzar con su congregación, la cual llamó las "Misioneras de la Caridad"; desde entonces, su misión, fue cuidar a "los hambrientos, los desnudos, los que no tienen hogar, los lisiados, los ciegos, los leprosos, toda esa gente que se ha convertido en una carga para la sociedad y que son rechazados por todos", tal como afirmó la Madre Teresa.
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Al cumplirse el 105º aniversario del natalicio de la Madre Teresa de Calcuta hoy se celebra en nuestro país el Día Nacional de la Solidaridad, para generar conciencia sobre la importancia de ayudar, desinteresadamente, al prójimo.
La solidaridad es una adhesión o apoyo incondicional a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles. En este sentido la Argentina ha dado muestras muy fuertes de la unidad del pueblo cuando circunstancias excepcionales lo requieren.
Más allá de la solidaridad que hoy se ve en el país por las inundaciones en la provincia de Buenos Aires, la Argentina ha demostrado, a través de la historia, la conciencia social ante la necesidad de otro compatriota.
La propuesta fue promover la solidaridad, responsabilidad social y la participación ciudadana desinteresada.
Al respecto es importante recordar las grandes campañas solidarias que registra el pueblo argentino, entre ellas en el terremoto de San Juan, en 1944, y para la guerra de Malvinas, en 1982.
Particularmente los jujeños también han sido, y lo siguen siendo, muy solidarios; de allí se desprenden las diferentes instituciones tanto no gubernamentales como privadas y escolares que trabajan desinteresadamente en buscar brindar una mano a quienes más lo necesitan.
En este punto es importante destacar también el rol y compromiso social que han adoptado los jóvenes de toda la provincia. Ellos son, en muchos casos, los iniciadores de las diferentes campañas solidarias.
Madre Teresa de Calcuta
Agnes Gonxha Bojaxhiu nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, Imperio Otomano -en la actualidad Macedonia. A los 18 ingresó a la Orden de las Hermanas de Nuestra Señora de Loreto y fue allí donde se cambia el nombre por el de Teresa, en honor a la santa patrona de los misioneros, Teresa de Lisieux.
Mientras enseñaba en el convento comenzó a preocuparse por los enfermos y por los pobres de la ciudad de Calcuta, que la llevó a fundar una congregación con el objetivo de ayudar a los marginados de la sociedad.
En 1950 el Vaticano la autorizó a comenzar con su congregación, la cual llamó las "Misioneras de la Caridad"; desde entonces, su misión, fue cuidar a "los hambrientos, los desnudos, los que no tienen hogar, los lisiados, los ciegos, los leprosos, toda esa gente que se ha convertido en una carga para la sociedad y que son rechazados por todos", tal como afirmó la Madre Teresa.
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