Un responsable de la ONU se mostró ayer "horrorizado" por el último ataque aéreo del régimen sirio, que dejó casi 100 muertos en un mercado cerca de Damasco, uno de los más mortíferos desde el inicio de la guerra en 2011.
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Un responsable de la ONU se mostró ayer "horrorizado" por el último ataque aéreo del régimen sirio, que dejó casi 100 muertos en un mercado cerca de Damasco, uno de los más mortíferos desde el inicio de la guerra en 2011.
La matanza del domingo en Duma, la principal localidad rebelde de la región de Damasco, tuvo lugar en la misma zona y casi dos años después de un ataque con armas químicas que la oposición atribuyen al régimen de Bashar al Asad.
Una serie de bombardeos aéreos del régimen sirio atacó el domingo un mercado muy concurrido del centro de Duma, 13 kilómetros al noreste de Damasco y bajo control insurgente desde hace casi tres años.
"El balance ha subido a 96 muertos, entre ellos al menos dos mujeres y cuatro niños", informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (Osdh), subrayando que el número de víctimas podía aumentar, dado el estado crítico de muchos heridos.
Al menos 240 personas resultaron heridas, según la organización.
Por su parte, el jefe de asuntos humanitarios de Naciones Unidas, Stephen O'Brien, de visita en Damasco en el momento de los ataques, se mostró "horrorizado por la falta total de respeto que se muestra para con las vidas de los civiles en este conflicto". El responsable, que realiza su primera visita a Siria, también se manifestó "aterrado" por el balance de víctimas en Duma.
"Mata a sus propios ciudadanos"
El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, juzgó "inaceptable para un gobierno matar a sus propios ciudadanos, cualesquiera sean las circunstancias", según un comunicado.
"El bombardeo del gobierno ayer sobre Duma fue devastador, los ataques contra zonas civiles con el lanzamiento a ciegas de bombas aéreas, tales como las incendiarias, están prohibidos por el derecho internacional", añadió.
Por su parte, Jaled Joja, denunciando indirectamente la complicidad de Rusia e Irán con el régimen de Asad, dijo: "Se trata de la barbarie primaria, del odio contra el Hombre". "Aquellos que arman a este régimen e impiden al Consejo de seguridad (de la ONU) responzabilizarlo, son cómplices de estos crímenes", agregó en referencia a Moscú que ha impuesto su veto en varias ocasiones a una resolución de la ONU que condene al gobierno de Damasco.
La semana pasada, la ONG Amnistía Internacional acusó al Gobierno sirio de "crímenes de guerra" en esta misma región, y habló de "ataques directos, ciegos y desproporcionados".
El conflicto en Siria se desencadenó en 2011 con la cruenta represión de las manifestaciones pacíficas contra el régimen de Al Asad, lo que degeneró en conflicto armado y se fue convirtiendo en una compleja guerra civil en la que se enfrentan el régimen, rebeldes, kurdos y yihadistas.