La comunidad de la Escuela N º 261 "Provincia de Tucumán" celebró, el pasado 6 de agosto, 105 años de vida institucional y por tal motivo realizaron diversas actividades que culminaron con un desfile escolar.
inicia sesión o regístrate.
La comunidad de la Escuela N º 261 "Provincia de Tucumán" celebró, el pasado 6 de agosto, 105 años de vida institucional y por tal motivo realizaron diversas actividades que culminaron con un desfile escolar.
Hubo ceremonia a la Pachamama, suelta de globos con mensajes de paz, articulación con el IES Nº 10 con el proyecto “Construyendo un futuro con Alegría”, desfile escolar, juegos recreativos y micros televisivos relacionados al aniversario.
En 1949 la institución fue incluida en el Plan Quinquenal y Obras Pública de la Nación, para lo cual la Legislatura en dicho año expropió 9 manzanas al Ingenio Ledesma para la fundación de una escuela, una iglesia, el municipio, el mercado y el correo. El 7 de abril de 1951 se trasladó al edificio actual en la calle Independencia 491.
Hoy cuenta con una matrícula de 1071 alumnos distribuidos en dos turnos, un plantel de 65 docentes y 21 porteros, los directivos actuales son Amalia Pistán, directora y Teresita Asís y Mirta Sosa, vicedirectoras.
Historia Institucional
Inició sus actividades en un edificio provisorio, ubicado entre las calles Sixto Ovejero y Jujuy, concurrían a la misma 22 alumnos, y el plantel docente estaba compuesto por un director y una maestra ayudante.
El motivo de su creación fue dar respuesta a las necesidades de la población infantil que formaba parte del entonces llamado Pueblo Nuevo.
La institución tenía para la comunidad gran prestigio. "Un selecto grupo de directivos y docentes que se distinguían por su dedicación y eficacia en la actividad educativa, reconocida por la superioridad y por pueblos cercanos", cita textual de un artículo del diario El Intransigente.
La población escolar estaba formada por hijos de inmigrantes, quienes trabajaban en el comercio o en la empresa Ledesma. No se exigía uniforme, pero todos los alumnos concurrían con guardapolvo, medias blancas y zapatos. Los docentes eran vistos como personas "muy preparadas, rígidas y temidas". Los padres depositaban la confianza y autoridad en ellos. Muy pocas veces asistían a la escuela (solo cuando se los requería por cuestiones especiales). "No intervenían para nada en la educación que se impartía, apoyaban al maestro que disciplinaba a sus hijos".