La presidente de Chile, Michelle Bachelet, llamó ayer a romper el pacto de silencio sobre las violaciones a los derechos humanos cometidos en la dictadura y pidió a quienes tengan información a que colaboren con la Justicia, como hizo un exrecluta en el caso "Quemados".
"Hay personas que saben la verdad de muchos casos que permanecen sin resolver y Chile les pide que sigan el ejemplo del conscripto (recluta) Fernando Guzmán y ayuden a reparar tanto dolor", dijo Bachelet en el acto celebrado en el palacio de La Moneda.
Fernando Guzmán fue uno de los soldados que en julio de 1986 participaron en el ataque sufrido por Rodrigo Rojas y Carmen Gloria Quintana, durante una protesta contra la dictadura de Augusto Pinochet, a quienes detuvieron, rociaron con gasolina y prendieron fuego.
La decisión de Guzmán de contar lo que ocurrió hace casi tres décadas permitió a la Justicia reabrir el caso y detener, hasta el momento, a 11 ex militares, 7 de los cuales fueron procesados el último viernes por el juez especial Mario Carroza, 6 como autores de homicidio calificado y el séptimo como cómplice.
Bachelet hizo el llamamiento durante la promulgación de una ley que autoriza erigir un monumento en memoria de Jaime Castillo Velasco, fundador y presidente de la Comisión chilena de Derechos Humanos durante la dictadura, lo que le significó ser expulsado del país.
Recordó que en septiembre de 2014 dijo que era necesario que quienes tuvieran información sobre las violaciones a los derechos humanos, civiles o militares, la entregaran antes de que fuera demasiado tarde. "Hoy quiero reiterar ese llamado a quienes posean datos".
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La presidente de Chile, Michelle Bachelet, llamó ayer a romper el pacto de silencio sobre las violaciones a los derechos humanos cometidos en la dictadura y pidió a quienes tengan información a que colaboren con la Justicia, como hizo un exrecluta en el caso "Quemados".
"Hay personas que saben la verdad de muchos casos que permanecen sin resolver y Chile les pide que sigan el ejemplo del conscripto (recluta) Fernando Guzmán y ayuden a reparar tanto dolor", dijo Bachelet en el acto celebrado en el palacio de La Moneda.
Fernando Guzmán fue uno de los soldados que en julio de 1986 participaron en el ataque sufrido por Rodrigo Rojas y Carmen Gloria Quintana, durante una protesta contra la dictadura de Augusto Pinochet, a quienes detuvieron, rociaron con gasolina y prendieron fuego.
La decisión de Guzmán de contar lo que ocurrió hace casi tres décadas permitió a la Justicia reabrir el caso y detener, hasta el momento, a 11 ex militares, 7 de los cuales fueron procesados el último viernes por el juez especial Mario Carroza, 6 como autores de homicidio calificado y el séptimo como cómplice.
Bachelet hizo el llamamiento durante la promulgación de una ley que autoriza erigir un monumento en memoria de Jaime Castillo Velasco, fundador y presidente de la Comisión chilena de Derechos Humanos durante la dictadura, lo que le significó ser expulsado del país.
Recordó que en septiembre de 2014 dijo que era necesario que quienes tuvieran información sobre las violaciones a los derechos humanos, civiles o militares, la entregaran antes de que fuera demasiado tarde. "Hoy quiero reiterar ese llamado a quienes posean datos".
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