"Al que madruga, Dios lo ayuda", reza un viejo refrán que ayer por la mañana Crucero del Norte supo aplicar. En Misiones venció a San Martín de San Juan 3 a 1 e igualó en los promedios a Huracán.
Gabriel Ávalos no dejó ni pestañar a los sanjuaninos porque a los 15 segundos facturó.
Con la ventaja a favor, los locales, que arrancaron con la presión de ganar para alejarse de la zona de descenso, se liberaron y manejaron los tiempos del encuentro ante un "santo" sanjuanino que sufrió el golpe.
Los dirigidos por Sebastián Rambert volvieron a golpear antes del descanso, cuando Ávalos le robó la pelota a Francisco Mattia y asistió a Álvarez, que sentenció el 2-0.
El equipo conducido por Carlos Mayor, que no había tenido muchos momentos de lucidez ni buen desempeño en los primeros 45 minutos, arrancó de buena forma la segunda mitad de la mano del venezolano Michael Covea.
Recostado sobre el costado derecho del mediocampo, le cambió la cara a los "verdinegros" y fue el artífice de la jugada que derivó en el descuento de Mauro Figueroa, a los 10m.
Los sanjuaninos tuvieron tres chances claras de alcanzar el empate, pero la buena suerte y los palos ayudaron a los locales, que luego pusieron cifras definitivas en el marcador.
Tras un mal rechazo de la defensa visitante, la pelota quedó en el área grande y Nicolás Olmedo la empalmó de zurda para clavarla en el ángulo izquierdo de Ardente, que no tuvo nada que hacer pese al esfuerzo.
El conjunto misionero alcanzó a Huracán y sueña con salvar la plaza.
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"Al que madruga, Dios lo ayuda", reza un viejo refrán que ayer por la mañana Crucero del Norte supo aplicar. En Misiones venció a San Martín de San Juan 3 a 1 e igualó en los promedios a Huracán.
Gabriel Ávalos no dejó ni pestañar a los sanjuaninos porque a los 15 segundos facturó.
Con la ventaja a favor, los locales, que arrancaron con la presión de ganar para alejarse de la zona de descenso, se liberaron y manejaron los tiempos del encuentro ante un "santo" sanjuanino que sufrió el golpe.
Los dirigidos por Sebastián Rambert volvieron a golpear antes del descanso, cuando Ávalos le robó la pelota a Francisco Mattia y asistió a Álvarez, que sentenció el 2-0.
El equipo conducido por Carlos Mayor, que no había tenido muchos momentos de lucidez ni buen desempeño en los primeros 45 minutos, arrancó de buena forma la segunda mitad de la mano del venezolano Michael Covea.
Recostado sobre el costado derecho del mediocampo, le cambió la cara a los "verdinegros" y fue el artífice de la jugada que derivó en el descuento de Mauro Figueroa, a los 10m.
Los sanjuaninos tuvieron tres chances claras de alcanzar el empate, pero la buena suerte y los palos ayudaron a los locales, que luego pusieron cifras definitivas en el marcador.
Tras un mal rechazo de la defensa visitante, la pelota quedó en el área grande y Nicolás Olmedo la empalmó de zurda para clavarla en el ángulo izquierdo de Ardente, que no tuvo nada que hacer pese al esfuerzo.
El conjunto misionero alcanzó a Huracán y sueña con salvar la plaza.
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