Después de casi tres días, Santiago López Menéndez fue liberado en un campo cercano de donde lo habían secuestrado el miércoles a la mañana en Nigeria.
Según contó su hermana, la empresa pagó el monto pedido por el grupo armado que se lo llevó, aunque no trascendió la cifra.
Finalmente, la prueba de vida llegó en el cuarto llamado que los secuestradores le hicieron a la familia de la víctima .
Desde el primer momento el embajador y el cónsul argentino estuvieron en el lugar, y fueron quienes encabezaron las negociaciones.
Poco antes, Jorge López Menéndez, uno de los hermanos mayores del argentino secuestrado en Nigeria, había hablado con el joven por teléfono: "Acabo de hablar con él, está tranquilo" y agregó: "Estamos cada vez más cerca". Por otra parte, Su hermano también había contado a los medios argentinos que a Santiago si le daban de comer y lo trataban bien.
A Santiago López Menéndez se lo llevaron cuatro hombres armados el día miércoles en horas de la mañana, cuando llegaba al campo donde trabaja en una zona rural a cinco horas de la capital del país sudafricano. Desde entonces, su familia esperaba comunicarse con él.
El grupo que lo secuestró pidió un rescate a la empresa para la que trabaja Santiago, Flour Mills.
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Según contó su hermana, la empresa pagó el monto pedido por el grupo armado que se lo llevó, aunque no trascendió la cifra.
Finalmente, la prueba de vida llegó en el cuarto llamado que los secuestradores le hicieron a la familia de la víctima .
Desde el primer momento el embajador y el cónsul argentino estuvieron en el lugar, y fueron quienes encabezaron las negociaciones.
Poco antes, Jorge López Menéndez, uno de los hermanos mayores del argentino secuestrado en Nigeria, había hablado con el joven por teléfono: "Acabo de hablar con él, está tranquilo" y agregó: "Estamos cada vez más cerca". Por otra parte, Su hermano también había contado a los medios argentinos que a Santiago si le daban de comer y lo trataban bien.
A Santiago López Menéndez se lo llevaron cuatro hombres armados el día miércoles en horas de la mañana, cuando llegaba al campo donde trabaja en una zona rural a cinco horas de la capital del país sudafricano. Desde entonces, su familia esperaba comunicarse con él.
El grupo que lo secuestró pidió un rescate a la empresa para la que trabaja Santiago, Flour Mills.
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