Miles de personas se manifestaron ayer en Atenas para presionar al gobierno a favor de un acuerdo con los acreedores que permita al país mantenerse dentro de la eurozona, incluso a costa de aplicar las medidas de ajuste que exigen los prestamistas, en una marcha apoyada por dirigentes de la oposición de derecha.
En la céntrica plaza de Syntagma, frente al Parlamento, se congregaron cerca de 7.000 personas, según la policía, en una manifestación que se fraguó a través de Facebook bajo el lema "Vivimos en Europa".
Entre los manifestantes, muchos de ellos con banderas de Grecia y de la Unión Europea, se pudo ver a varios miembros del partido conservador Nueva Democracia, como el exprimer ministro Konstantinos Mitsotakis, y cuya aparición en la plaza arrancó los aplausos de los asistentes.
Se trata de la segunda manifestación en cinco días que se convoca desde los sectores proclives a las recetas neoliberales, para exigir al gobierno que alcance un pacto que preserve la permanencia del país en la eurozona, después de que ayer otros miles de personas se concentraran en apoyo al Ejecutivo y en contra de las políticas de ajuste.
La protesta coincidió con la celebración de una cumbre de líderes de la eurozona para tratar de llegar a un acuerdo con Grecia para destrabar fondos de asistencia sin los cuales Atenas podría caer en default el 30 de junio, cuando debe pagar 1.600 millones de euros de un vencimiento de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En caso de caer en cesación de pagos, Grecia podría verse forzada a abandonar el euro, un escenario considerado como potencialmente catastrófico, no sólo para las finanzas griegas, sino para toda Europa y el mundo.
Un grupo de manifestantes marchó hasta el patio central del edificio del Parlamento, donde desplegaron una gran bandera griega.
"Queremos demostrar que estamos a favor de la permanencia en Europa y, por supuesto, en la eurozona", aseguró un profesor universitario y dijo que el gobierno del primer ministro Alexis Tsipras debe llegar necesariamente a un acuerdo con las instituciones acreedoras.
"Volver al dracma (moneda griega) sería un desastre", sostuvo, porque aunque "desafortunadamente el acuerdo suponga recortes de pensiones o aumento de impuestos", salir del euro "sería mucho peor".
"Todos somos Europa", "Sí a Europa, no a la vuelta al dracma", rezaban algunas de las pancartas.
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Miles de personas se manifestaron ayer en Atenas para presionar al gobierno a favor de un acuerdo con los acreedores que permita al país mantenerse dentro de la eurozona, incluso a costa de aplicar las medidas de ajuste que exigen los prestamistas, en una marcha apoyada por dirigentes de la oposición de derecha.
En la céntrica plaza de Syntagma, frente al Parlamento, se congregaron cerca de 7.000 personas, según la policía, en una manifestación que se fraguó a través de Facebook bajo el lema "Vivimos en Europa".
Entre los manifestantes, muchos de ellos con banderas de Grecia y de la Unión Europea, se pudo ver a varios miembros del partido conservador Nueva Democracia, como el exprimer ministro Konstantinos Mitsotakis, y cuya aparición en la plaza arrancó los aplausos de los asistentes.
Se trata de la segunda manifestación en cinco días que se convoca desde los sectores proclives a las recetas neoliberales, para exigir al gobierno que alcance un pacto que preserve la permanencia del país en la eurozona, después de que ayer otros miles de personas se concentraran en apoyo al Ejecutivo y en contra de las políticas de ajuste.
La protesta coincidió con la celebración de una cumbre de líderes de la eurozona para tratar de llegar a un acuerdo con Grecia para destrabar fondos de asistencia sin los cuales Atenas podría caer en default el 30 de junio, cuando debe pagar 1.600 millones de euros de un vencimiento de deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En caso de caer en cesación de pagos, Grecia podría verse forzada a abandonar el euro, un escenario considerado como potencialmente catastrófico, no sólo para las finanzas griegas, sino para toda Europa y el mundo.
Un grupo de manifestantes marchó hasta el patio central del edificio del Parlamento, donde desplegaron una gran bandera griega.
"Queremos demostrar que estamos a favor de la permanencia en Europa y, por supuesto, en la eurozona", aseguró un profesor universitario y dijo que el gobierno del primer ministro Alexis Tsipras debe llegar necesariamente a un acuerdo con las instituciones acreedoras.
"Volver al dracma (moneda griega) sería un desastre", sostuvo, porque aunque "desafortunadamente el acuerdo suponga recortes de pensiones o aumento de impuestos", salir del euro "sería mucho peor".
"Todos somos Europa", "Sí a Europa, no a la vuelta al dracma", rezaban algunas de las pancartas.
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