El ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, visitó ayer San Pablo y participó de un foro en el que afirmó que los países de América Latina y en particular Brasil siguen siendo una "prioridad absoluta" para España a pesar de que éstos atraviesen "una época más difícil que la anterior".
García-Margallo visitó ayer el principal centro financiero de Brasil, en el marco de la gira que realiza por el país que lo llevó el miércoles a Brasilia y hoy al Salvador.
La agenda del ministro comenzó con su participación en un foro informativo con empresarios, diplomáticos y periodistas organizado por la agencia EFE en el que analizó las relaciones bilaterales con Brasil.
Dijo que "ni el futuro de Latinoamérica ni el de Brasil ofrecen ninguna duda" y precisó que las dificultades económicas por las que atraviesa la región son un "trastorno transitorio".
También aseguró que las relaciones entre España y Brasil "atraviesan un momento dulce" y alentó a "continuar la ola de inversiones" en el gigante latinoamericano. "Las empresas españolas siguen haciendo de Brasil una apuesta existencial", agregó el jefe de la diplomacia española.
Negó que nunca haya habido una mala relación con Brasil y explicó que "el único altibajo que las malas lenguas dicen que existe" fue que este país no apoyó la candidatura de España al Consejo de Seguridad de la ONU por las dispares posiciones de ambos países respecto a la reforma que necesitaría ese órgano.
"Ahora tenemos el diálogo estratégico y consultas permanentes", aseveró García-Margallo.
El año pasado, la corriente comercial entre ambos países alcanzó la suma de 7.160 millones de dólares, pero ambos Gobiernos consideran que esa cifra puede aumentar en el corto plazo, en función del tamaño y el potencial de ambas economías.
El ministro dedicó parte de su discurso a Mercosur y defendió la importancia de acelerar las negociaciones con la Unión Europea puesto que "favorece a todos".
Finalmente, recordó que España es el país más abierto para la negociación, en comparación con otros miembros del bloque europeo más cautelosos.
"Esos temores hay que dejarlos en el cajón", apuntó.
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El ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, visitó ayer San Pablo y participó de un foro en el que afirmó que los países de América Latina y en particular Brasil siguen siendo una "prioridad absoluta" para España a pesar de que éstos atraviesen "una época más difícil que la anterior".
García-Margallo visitó ayer el principal centro financiero de Brasil, en el marco de la gira que realiza por el país que lo llevó el miércoles a Brasilia y hoy al Salvador.
La agenda del ministro comenzó con su participación en un foro informativo con empresarios, diplomáticos y periodistas organizado por la agencia EFE en el que analizó las relaciones bilaterales con Brasil.
Dijo que "ni el futuro de Latinoamérica ni el de Brasil ofrecen ninguna duda" y precisó que las dificultades económicas por las que atraviesa la región son un "trastorno transitorio".
También aseguró que las relaciones entre España y Brasil "atraviesan un momento dulce" y alentó a "continuar la ola de inversiones" en el gigante latinoamericano. "Las empresas españolas siguen haciendo de Brasil una apuesta existencial", agregó el jefe de la diplomacia española.
Negó que nunca haya habido una mala relación con Brasil y explicó que "el único altibajo que las malas lenguas dicen que existe" fue que este país no apoyó la candidatura de España al Consejo de Seguridad de la ONU por las dispares posiciones de ambos países respecto a la reforma que necesitaría ese órgano.
"Ahora tenemos el diálogo estratégico y consultas permanentes", aseveró García-Margallo.
El año pasado, la corriente comercial entre ambos países alcanzó la suma de 7.160 millones de dólares, pero ambos Gobiernos consideran que esa cifra puede aumentar en el corto plazo, en función del tamaño y el potencial de ambas economías.
El ministro dedicó parte de su discurso a Mercosur y defendió la importancia de acelerar las negociaciones con la Unión Europea puesto que "favorece a todos".
Finalmente, recordó que España es el país más abierto para la negociación, en comparación con otros miembros del bloque europeo más cautelosos.
"Esos temores hay que dejarlos en el cajón", apuntó.
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