Ocumazo y Hornaditas, caseríos del departamento de Humahuaca, y las localidades de Tumbaya y Tilcara, son algunos de los lugares donde sus habitantes explican al visitante la profundidad del acervo cultural tan arraigado en la Pachamama, pero expresado en ritos y tradiciones de la vida cotidiana.
inicia sesión o regístrate.
Ocumazo y Hornaditas, caseríos del departamento de Humahuaca, y las localidades de Tumbaya y Tilcara, son algunos de los lugares donde sus habitantes explican al visitante la profundidad del acervo cultural tan arraigado en la Pachamama, pero expresado en ritos y tradiciones de la vida cotidiana.
El paraje de Ocumazo, está ubicado a unos 20 kilómetros al este de la ciudad histórica de Humahuaca, lugar donde se arriba a través de un camino de herradura, en ómnibus o vehículos particulares aptos para estos caminos.
Jóvenes oriundos del pequeño pueblo, pastoras de escasas majadas de ovejas y cabras, junto a trabajadores de la tierra, se convierten allí en guías de turismo y propagadores del conocimiento de la ancestral cultura quebradeña.
"Los visitantes cuando llegan a la comunidad, participan en la preparación de la comida desde la selección de sus condimentos autóctonos, lo que comprende tanto la cosecha de hierbas y verduras de la huerta, como la extracción de leche de las cabras para elaborar los quesos", expresó a Télam Daniel Argamonte, guía del lugar.
De esta manera se elaboran desayunos integrados con hierbas de la zona como cedrón, muña-muña, rica-rica, arca, solda que solda, peperina, yerba buena y menta, entre otras, acompañadas de pan casero, cocido en horno de barro, y queso de cabra.
La gastronomía de la zona es uno de los principales atractivos culturales en donde el visitante aprende y participa en la elaboración de comidas como tamales realizados con harina de maíz obtenida tras métodos ancestrales, con la kutana (piedras para moler productos) e ingredientes como el charqui (carne de cordero salada expuesta al sol) .
Kallapurca, machorra, picantes de cordero, son comidas que muestran el medio de subsistencia de los pobladores, quienes producen una agricultura orgánica y obtienen variedades de papas, maíz y otros productos, que luego se almacenan en pequeños hoyos, lo que permite que perduren en el tiempo, según indica una práctica ancestral.
En las primeras horas de la tarde se realizan los recorridos en la zona, donde los atractivos que se destacan son El Antiguo, viejo cementerio en medio de los cerros; y el Molino, que mantiene un antiquísimo sistema de piedras con el que actualmente se elaboran harinas en considerables cantidades.
Otro de los circuitos, diseñado para ser conocido en dos o tres horas de caminata, invita a visitar los resabios petróglifos, registros de los ancestros andinos eternizados en piedras lajas, y las huertas ecológicas.
Todas las actividades se desarrollan en concordancia al frondoso calendario cultural: en estos días, por ejemplo, se prepara la tierra para empezar la "Minga" o siembra comunitaria, para luego en agosto honrar a la Pachamama.
"En estas actividades, que son tan significativas para nosotros, también hacemos participar a los visitantes para que de alguna manera entiendan el valor de nuestra cultura", indicó Argamonte.
Los sones del Carnaval, la espiritualidad de la Pachamama y las fiestas patronales como los pequeños Misachicos, son propuestas que generalmente los turistas van predispuestos a vivenciar y a compartir con la gente en sus casas de barro, que es donde habita la comunidad del mundo andino.
En ese sentido, el guía detalló que "en los últimos años los turistas franceses fueron los que más se interesaron" por conocer este tipo de experiencias; y dijo que entre los visitantes nacionales, "la mayoría proviene de Buenos Aires, Mendoza y Córdoba".
"La propuesta de emprendimientos de turismo rural de base comunitaria ha sido una experiencia positiva a lo largo de estos siete años, permitió que los jóvenes se queden en la comunidad y evitar así el desarraigo, y además, poder expandir la propuesta a otras comunidades", explicó el guía.
Esta modalidad turística, también considerada solidaria e intercultural, y consensuada por los miembros de cada comunidad, también se desarrolla en las localidades quebradeñas de Tumabaya y Tilcara, donde se promueve el manejo adecuado de los recursos naturales y la valoración del patrimonio cultural.
En la provincia de Jujuy son más de 20 los emprendimientos de este tipo a lo largo de las cuatro regiones, entre ellos la Finca Tumbaya, la comunidad Kolla de Hornaditas, y de Tilcara (Quebrada); Espejos de Sal (Puna); Eco portal de Piedras y San Francisco (Yungas); Coto de Pesca los Nogales y Cabalgata los Chunchos (Valles).
Fuente: Telám