El próximo lunes dará comienzo uno de los juicios orales y públicos más esperados y trascendentales para la sociedad jujeña.
Se trata del debate donde el Tribunal Criminal II deberá juzgar, luego de 9 años y varios días de dilaciones y "chicanas" procesales, a cinco miembros de Gendarmería Nacional, acusados de intentar encubrir y asesinar a la también gendarme Carola Elina Carretero.
Justamente la importancia y las expectativas sobre este debate se deben a los vericuetos que rodearon este caso donde los culpables intentaron borrar pruebas, falsear los hechos que rodearon el crimen, para hacer creer que se trataba de un suicidio.
Ni que hablar de los continuos aprietes, seguimientos, escuchas telefónicas e intimaciones personales realizadas por personal de esa fuerza de seguridad nacional y que posterior al terrible crimen fueron sufridos por familiares directos de la víctima, como así también amigos y allegados.
No en vano la madre de Carretero en varias oportunidades, luego de realizar el correspondiente luto por el asesinato de su hija, denunció públicamente hechos de "apriete"ante distintos medios de comunicación.
Monje, quien era pareja de la víctima, está procesado por "participación criminal secundaria de homicidio calificado".
De ahí que a través de este juicio se espera que se develen muchas incógnitas en torno al hecho como: ¿porqué asesinaron a Carolina? y luego saber ¿quién o quiénes fueron sus asesinos?
Sumado a esto existen muchos otros interrogantes que toda una provincia espera que sean ventilados y respondidos a través del fallo que emitan los jueces Ernesto Kamada (presidente de trámite), Raúl Enrique Burgos y Humberto Mario González (habilitados).
Por esta razón debemos saber que por el hecho serán juzgados los gendarmes Cristian Ariel Monje, por el supuesto delito de "articipación criminal secundaria de "homicidio calificado", Roberto Omar González por el supuesto delito de "homicidio calificado por alevosía" Diego Alberto Tapia y Agustín Ángel Castillo por el supuesto delito de "encubrimiento agravado", y Mario Antonio Olivares, por el supuesto delito de "falso testimonio"
Dilaciones y aprietes
Recordemos que los terribles hechos, ocurrieron el 5 de marzo del 2005, día en que Carola fue brutalmente golpeada y asesinada.
Sumado a esto, luego del crimen de Carretero, su familia sufrió la persecución, intimidación y humillación por parte de algunos miembros de la fuerza de seguridad nacional a la que Carretero pertenecía.
Sólo basta decir que el juicio que debía realizarse con mucha anterioridad, no llegó a concretarse, debido a un error en la imputación penal que realizó la fiscal en torno a uno de los acusados por el homicidio.
Debido a ésto es que tiempo atrás el expediente de los hechos, entre otros entretelones, retornó al Juzgado de Causas o "residual", a cargo de Francisco Javier Aróstegui, para que nuevamente la fiscal de ese juzgado merituara las pruebas e hiciera correctamente su trabajo.
Algo que se podría haber entendido si no hubieran transcurrido tantos años de impunidad.
Por esta razón es que María Lazarte, madre de la víctima, con ojos de dolor, pidió en reiteradas ocasiones, a través de nuestro matutino, que "el juez y la fiscal, por favor, hagan bien su trabajo, para que de una buena vez por todas los autores del crimen de mi hija sean juzgados y ella pueda descansar en paz".
Algunas pruebas
Entre otras que obran el expediente, el disfraz que los autores del asesinato intentaron plantar en la escena del crimen, borrando algunas pruebas y dejando otras.
Una lista sábana con llamadas telefónicas que se habían realizado desde la escena del hecho y que tenían como destino un destacamento de Gendarmería Nacional.
Sumado a esto, los gendarmes Cristian Ariel Monje y Roberto González, acusados como los autores materiales del homicidio, quedaron en libertad luego de que sus respectivos abogados presentaran recursos de "habeas corpus" ante el Tribunal Criminal 2, desde donde se dio lugar al pedido. González está procesado por "homicidio calificado por alevosía" y "encubrimiento".
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El próximo lunes dará comienzo uno de los juicios orales y públicos más esperados y trascendentales para la sociedad jujeña.
Se trata del debate donde el Tribunal Criminal II deberá juzgar, luego de 9 años y varios días de dilaciones y "chicanas" procesales, a cinco miembros de Gendarmería Nacional, acusados de intentar encubrir y asesinar a la también gendarme Carola Elina Carretero.
Justamente la importancia y las expectativas sobre este debate se deben a los vericuetos que rodearon este caso donde los culpables intentaron borrar pruebas, falsear los hechos que rodearon el crimen, para hacer creer que se trataba de un suicidio.
Ni que hablar de los continuos aprietes, seguimientos, escuchas telefónicas e intimaciones personales realizadas por personal de esa fuerza de seguridad nacional y que posterior al terrible crimen fueron sufridos por familiares directos de la víctima, como así también amigos y allegados.
No en vano la madre de Carretero en varias oportunidades, luego de realizar el correspondiente luto por el asesinato de su hija, denunció públicamente hechos de "apriete"ante distintos medios de comunicación.
Monje, quien era pareja de la víctima, está procesado por "participación criminal secundaria de homicidio calificado".
De ahí que a través de este juicio se espera que se develen muchas incógnitas en torno al hecho como: ¿porqué asesinaron a Carolina? y luego saber ¿quién o quiénes fueron sus asesinos?
Sumado a esto existen muchos otros interrogantes que toda una provincia espera que sean ventilados y respondidos a través del fallo que emitan los jueces Ernesto Kamada (presidente de trámite), Raúl Enrique Burgos y Humberto Mario González (habilitados).
Por esta razón debemos saber que por el hecho serán juzgados los gendarmes Cristian Ariel Monje, por el supuesto delito de "articipación criminal secundaria de "homicidio calificado", Roberto Omar González por el supuesto delito de "homicidio calificado por alevosía" Diego Alberto Tapia y Agustín Ángel Castillo por el supuesto delito de "encubrimiento agravado", y Mario Antonio Olivares, por el supuesto delito de "falso testimonio"
Dilaciones y aprietes
Recordemos que los terribles hechos, ocurrieron el 5 de marzo del 2005, día en que Carola fue brutalmente golpeada y asesinada.
Sumado a esto, luego del crimen de Carretero, su familia sufrió la persecución, intimidación y humillación por parte de algunos miembros de la fuerza de seguridad nacional a la que Carretero pertenecía.
Sólo basta decir que el juicio que debía realizarse con mucha anterioridad, no llegó a concretarse, debido a un error en la imputación penal que realizó la fiscal en torno a uno de los acusados por el homicidio.
Debido a ésto es que tiempo atrás el expediente de los hechos, entre otros entretelones, retornó al Juzgado de Causas o "residual", a cargo de Francisco Javier Aróstegui, para que nuevamente la fiscal de ese juzgado merituara las pruebas e hiciera correctamente su trabajo.
Algo que se podría haber entendido si no hubieran transcurrido tantos años de impunidad.
Por esta razón es que María Lazarte, madre de la víctima, con ojos de dolor, pidió en reiteradas ocasiones, a través de nuestro matutino, que "el juez y la fiscal, por favor, hagan bien su trabajo, para que de una buena vez por todas los autores del crimen de mi hija sean juzgados y ella pueda descansar en paz".
Algunas pruebas
Entre otras que obran el expediente, el disfraz que los autores del asesinato intentaron plantar en la escena del crimen, borrando algunas pruebas y dejando otras.
Una lista sábana con llamadas telefónicas que se habían realizado desde la escena del hecho y que tenían como destino un destacamento de Gendarmería Nacional.
Sumado a esto, los gendarmes Cristian Ariel Monje y Roberto González, acusados como los autores materiales del homicidio, quedaron en libertad luego de que sus respectivos abogados presentaran recursos de "habeas corpus" ante el Tribunal Criminal 2, desde donde se dio lugar al pedido. González está procesado por "homicidio calificado por alevosía" y "encubrimiento".
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