Científicos de la Queen's University de Belfast lograron un pequeño avance que podría tener un gran impacto comercial. O ser, quizás, la solución a que la fragancia de seducción dure todo lo que nos gustaría que dure cuando nos bañamos en esos aromas se ensueño...
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Científicos de la Queen's University de Belfast lograron un pequeño avance que podría tener un gran impacto comercial. O ser, quizás, la solución a que la fragancia de seducción dure todo lo que nos gustaría que dure cuando nos bañamos en esos aromas se ensueño...
La forma en la que los investigadores han conseguido lograr que un líquido libere más aroma al entrar en contacto con el sudor es relativamente sencilla: uniendo químicamente un líquido iónico inoloro (es decir, sal en forma de líquido) a los componentes de una fragancia. Así consiguieron que, al entrar en contacto con agua (el componente principal del sudor), se libere parte de la fragancia.
Nimal Gunaratne, investigador que ha liderado el proyecto, asegura en un comunicado que, además, el líquido elimina parte de los malos olores del sudor. Los tioles (compuestos que contienen un átomo de azufre y otro de hidrógeno) responsables del mal olor del sudor son atraídos también por el líquido iónico del perfume y, al acoplarse al mismo, pierden su intensidad.
Ahora mismo están trabajando con una compañía de perfumes para ver las posibles aplicaciones a productos y, de existir, crear una spin-off o comercializar la patente. De funcionar, tal vez dentro de poco comencemos a ver en tiendas y en publicidad productos que se vendan justo con ese reclamo: a más sudor, mejor olor. Habrá que ver entonces si funcionan en la vida real tan bien como en el laboratorio.
Fuente: Buendiario