Una multitudinaria peregrinación al cerro de la Cruz renovó la postal de miles de creyentes que tomaron el desafío de rememorar la Pasión de Cristo siguiendo cada etapa con reflexiones y oraciones en cada calvario. Con una organización conjunta, hubo asistencia sanitaria en la cima, pero al mediodía aún esperaban la cisterna de agua, y energía eléctrica.
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Una multitudinaria peregrinación al cerro de la Cruz renovó la postal de miles de creyentes que tomaron el desafío de rememorar la Pasión de Cristo siguiendo cada etapa con reflexiones y oraciones en cada calvario. Con una organización conjunta, hubo asistencia sanitaria en la cima, pero al mediodía aún esperaban la cisterna de agua, y energía eléctrica.
La soleada mañana parece haber animado a los fieles, quienes desde temprano comenzaron a subir de a miles, colmando el sendero a medida que avanzaban las horas.
Luego de superar el ahora largo tramo de calles del barrio Cerro Las Rosas, repleto de puestos callejeros de comida, panes, dulces, música, pequeñeces, bebidas, además de baños químicos, los peregrinos detenían su paso en cada estación, para rezar, la que estaba ornamentada con una ermita, cuya autoría identificaba a cada centro vecinal.
Los grupos se sucedían a su paso, en una peregrinación más bulliciosa que reflexiva, atestada de comerciantes, grupos con sus mascotas y familias que renovaban su costumbre, muchos movidos por la fe, algunos a juzgar por su comportamiento, por curiosidad, socialización o deporte.
No obstante, hubo gente preparada, quienes con su librito relataban cada estación y oraban en cada calvario, colocando flores y velas, en un respetuoso rito que culminaba en la cima donde algunos se confesaban.
Se estima que el flujo de peregrinos llegaría a unas 50 mil personas.
Al mediodía, un grupo de fieles subía en andas la imagen de la Virgen Dolorosa, y se esperaba la adoración de la cruz para las 15.
Sin embargo, el calor comenzó a pesar y a muchos les llegó el cansancio y algunos presentaron malestares por la presión arterial. Ellos tenían respuesta en la carpa de Protección Civil, donde esperaban aún la conexión de luz y que Agua de los Andes llevara la cisterna para asistir a la gente.
Marcelo Barboza, de Protección Civil explicó que “la gente está un poco agitada porque el sol estuvo un poco fuerte”, afirmó señalando que en esos casos se les recomienda descansar al menos media hora bajo la sombra, para emprender el regreso, y cuentan con pastillas para la presión aunque les faltó el agua. Dijo que el grueso de la gente subió ayer ya que el jueves hubo muchos menos peregrinos, y que hasta el mediodía de ayer no hubo novedad. Recomendaban hidratarse ya que si bien tenían ambulancia y cuatriciclo al haber un camino único, habría dificultad de bajarlos por la multitud.
María Cristina Garnica, del Sistema de Atención Médica de Emergencia (Same) dijo que hasta el mediodía habían atendido a 70 personas y abajo contaban con una ambulancia que hacía otros controles. “Estamos viendo más comúnmente pacientes hipotensos, hipertensos, diabéticos, dolores abdominales”, afirmó asegurando que algunos tienen tendencia, y a otros les sucede porque llegan sin desayunar y sin protección en la cabeza.