Marcelo Solá destacó otro logro de aquellos tiempos, el de cambiar el edificio, porque cuando él (su padre) llegó, era alquilado, ubicado en calle Belgrano al lado de Basílica San Francisco, y también estaba quedando chico. "Él quería su propio edificio, un ámbito donde todos estén cómodos para desarrollar la actividad. La primera casa que quiso pero no pudo comprar estaba en Belgrano y Gorriti donde hoy es la Secretaría de Turismo, entonces compró la de Belgrano y Argañaraz donde estuvo hasta julio del 2014. A ese nuevo lugar le puso toda la fuerza de un edificio moderno en esos años, hablamos del 84, y a esa casa antigua la revistó de madera. Creo que entonces fue un cambio como el que se hizo ahora, fue un salto de calidad, y fue muy bueno porque era cómodo y no perdía el eje de la Belgrano aunque la zona todavía no fuera muy comercial". "También, ya estaba inquieto por otro edificio más grande que el de la Argañaraz y lo quería construir sobre Balcarce entre San Martín y Belgrano, donde ahora hay una gran cochera; y para instalar las rotativas, también le había apuntado al edificio que hoy ocupa el Banco de Acción Social". "Incluso - siguió- me llevó con él a La Rioja y se juntó con Menem para ver unas rotativas de un diario que cerraba, eso fue un mes antes de morir. Su objetivo era imprimir el diario en Jujuy, para competir de igual a igual".
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Marcelo Solá destacó otro logro de aquellos tiempos, el de cambiar el edificio, porque cuando él (su padre) llegó, era alquilado, ubicado en calle Belgrano al lado de Basílica San Francisco, y también estaba quedando chico. "Él quería su propio edificio, un ámbito donde todos estén cómodos para desarrollar la actividad. La primera casa que quiso pero no pudo comprar estaba en Belgrano y Gorriti donde hoy es la Secretaría de Turismo, entonces compró la de Belgrano y Argañaraz donde estuvo hasta julio del 2014. A ese nuevo lugar le puso toda la fuerza de un edificio moderno en esos años, hablamos del 84, y a esa casa antigua la revistó de madera. Creo que entonces fue un cambio como el que se hizo ahora, fue un salto de calidad, y fue muy bueno porque era cómodo y no perdía el eje de la Belgrano aunque la zona todavía no fuera muy comercial". "También, ya estaba inquieto por otro edificio más grande que el de la Argañaraz y lo quería construir sobre Balcarce entre San Martín y Belgrano, donde ahora hay una gran cochera; y para instalar las rotativas, también le había apuntado al edificio que hoy ocupa el Banco de Acción Social". "Incluso - siguió- me llevó con él a La Rioja y se juntó con Menem para ver unas rotativas de un diario que cerraba, eso fue un mes antes de morir. Su objetivo era imprimir el diario en Jujuy, para competir de igual a igual".