Dos jóvenes, uno de ellos menor de edad, fueron asesinados a puñaladas en dos episodios aparentemente relacionados entre sí y con la lucha entre bandas juveniles en el norte de la ciudad de Salta.
El primero de los crímenes se produjo alrededor de las 5 del domingo pasado cuando Pablo Nahuel Contreras, de 17 años, fue emboscado por un grupo de jóvenes y asesinado de seis puñaladas en inmediaciones del barrio Ciudad del Milagro.
El joven murió poco después, antes de llegar a ser asistido en un hospital de la zona, por las terribles heridas recibidas en el pecho y por el hecho la Policía local demoró a tres jóvenes que pertenecerían a una "patota" del barrio 17 de Octubre.
Pocas horas más tarde, también murió apuñalado un joven de 19 años que fue atacado en ese barrio y las sospechas de la Policía local apunta a que el hecho se relaciona con una venganza ocurrida en torno al crimen del adolescente.
Tras la muerte de Contreras, que fue trasladado mientras agonizaba en una camioneta de la Policía, por falta de ambulancia, se produjeron algunas protestas de familiares.
Según trascendió, los vecinos se enteraron que la ambulancia no pudo operar por la ausencia del chofer.
Antes, también se habían vivido momentos de tensión cuando el menor se encontraba tirado en la calle y los familiares estuvieron a punto de agredir a los policías para obligarlos a trasladarlo en la patrulla.
"La verdad que en medio de la amargura también hay mucha bronca, no puede ser que haya pasado algo así. Los policías del 911 hicieron lo que estuvo a su alcance, el sistema de salud fue el que falló porque si ellos llegaban a tiempo y mi sobrino era trasladado al (hospital) San Bernardo quizás se salvaba", sostuvo Luis Contreras, tío del joven fallecido.
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Dos jóvenes, uno de ellos menor de edad, fueron asesinados a puñaladas en dos episodios aparentemente relacionados entre sí y con la lucha entre bandas juveniles en el norte de la ciudad de Salta.
El primero de los crímenes se produjo alrededor de las 5 del domingo pasado cuando Pablo Nahuel Contreras, de 17 años, fue emboscado por un grupo de jóvenes y asesinado de seis puñaladas en inmediaciones del barrio Ciudad del Milagro.
El joven murió poco después, antes de llegar a ser asistido en un hospital de la zona, por las terribles heridas recibidas en el pecho y por el hecho la Policía local demoró a tres jóvenes que pertenecerían a una "patota" del barrio 17 de Octubre.
Pocas horas más tarde, también murió apuñalado un joven de 19 años que fue atacado en ese barrio y las sospechas de la Policía local apunta a que el hecho se relaciona con una venganza ocurrida en torno al crimen del adolescente.
Tras la muerte de Contreras, que fue trasladado mientras agonizaba en una camioneta de la Policía, por falta de ambulancia, se produjeron algunas protestas de familiares.
Según trascendió, los vecinos se enteraron que la ambulancia no pudo operar por la ausencia del chofer.
Antes, también se habían vivido momentos de tensión cuando el menor se encontraba tirado en la calle y los familiares estuvieron a punto de agredir a los policías para obligarlos a trasladarlo en la patrulla.
"La verdad que en medio de la amargura también hay mucha bronca, no puede ser que haya pasado algo así. Los policías del 911 hicieron lo que estuvo a su alcance, el sistema de salud fue el que falló porque si ellos llegaban a tiempo y mi sobrino era trasladado al (hospital) San Bernardo quizás se salvaba", sostuvo Luis Contreras, tío del joven fallecido.
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