Gimnasia tiene que demostrar que será protagonista de la B Nacional. Después de tres empates consecutivos -había debutado ganando-, el equipo de Sebastián Méndez tiene una dura prueba de fuego por delante. Hoy a partir de las 17, en el estadio "23 de Agosto", enfrentará a Douglas Haig de Pergamino con la mente puesta en gritar victoria. Otro resultado no sirve.
El DT, que entrena gran parte de la semana a puertas cerradas, tendría decidido repetir la formación inicial que viene de igualar con All Boys en Floresta. El "Gallego" quedó conforme con el rendimiento de los muchachos y la rápida adaptación que hubo al esquema 4-3-3. Sin embargo, vale recordar, en el segundo tiempo los palos salvaron la caída del arco "albiceleste" junto a penal no cobrado cuando Nicolás Ayr tocó la pelota con las manos en el área.
Ahora será fundamental que el "lobo" empiece a encontrar una identidad, más allá que siempre está la saludable intención de atacar, inclusive previo a la presentación de la semana pasada cuando el entrenador cambió casi medio equipo.
Douglas, por su parte, irá con dos cambios respecto a su primer triunfo en la temporada que fue ante Atlético Paraná. Tantoni seguirá en el arco, ya que Perafán no se recuperó de una distensión en su muslo derecho, y Lenci ocuparía el lugar del contracturado Laso. Eso sí, el delantero no está descartado, atendiendo que en la víspera se movió con normalidad.
En tanto, la nómina completa de los concentrados en Gimnasia es la siguiente: Maximiliano Cavallotti, Germán Vouilloud, Leonardo Ferreyra, Alan Schonfeld, Sergio Ojeda, Nicolás Ayr, Ignacio Sanabria, Federico García, Maki Salces, Fernando Poclaba, Marcos Pérez, Federico Sardella, Patricio Rodríguez, Luis Peralta, Milton Céliz, Pablo Bueno, Federico Haberkorn y Mauricio Aubone.
Vuelve a rodar el fútbol en el "23 de Agosto" y otra vez los corazones jujeños palpitarán más rápido de lo habitual, esperando que el equipo contagie y transmita que el ímpetu de la temporada pasada, donde logró transformar a su cancha en un bastión inexpugnable. El rival del turno sólo aspiraba a un empate.
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Gimnasia tiene que demostrar que será protagonista de la B Nacional. Después de tres empates consecutivos -había debutado ganando-, el equipo de Sebastián Méndez tiene una dura prueba de fuego por delante. Hoy a partir de las 17, en el estadio "23 de Agosto", enfrentará a Douglas Haig de Pergamino con la mente puesta en gritar victoria. Otro resultado no sirve.
El DT, que entrena gran parte de la semana a puertas cerradas, tendría decidido repetir la formación inicial que viene de igualar con All Boys en Floresta. El "Gallego" quedó conforme con el rendimiento de los muchachos y la rápida adaptación que hubo al esquema 4-3-3. Sin embargo, vale recordar, en el segundo tiempo los palos salvaron la caída del arco "albiceleste" junto a penal no cobrado cuando Nicolás Ayr tocó la pelota con las manos en el área.
Ahora será fundamental que el "lobo" empiece a encontrar una identidad, más allá que siempre está la saludable intención de atacar, inclusive previo a la presentación de la semana pasada cuando el entrenador cambió casi medio equipo.
Douglas, por su parte, irá con dos cambios respecto a su primer triunfo en la temporada que fue ante Atlético Paraná. Tantoni seguirá en el arco, ya que Perafán no se recuperó de una distensión en su muslo derecho, y Lenci ocuparía el lugar del contracturado Laso. Eso sí, el delantero no está descartado, atendiendo que en la víspera se movió con normalidad.
En tanto, la nómina completa de los concentrados en Gimnasia es la siguiente: Maximiliano Cavallotti, Germán Vouilloud, Leonardo Ferreyra, Alan Schonfeld, Sergio Ojeda, Nicolás Ayr, Ignacio Sanabria, Federico García, Maki Salces, Fernando Poclaba, Marcos Pérez, Federico Sardella, Patricio Rodríguez, Luis Peralta, Milton Céliz, Pablo Bueno, Federico Haberkorn y Mauricio Aubone.
Vuelve a rodar el fútbol en el "23 de Agosto" y otra vez los corazones jujeños palpitarán más rápido de lo habitual, esperando que el equipo contagie y transmita que el ímpetu de la temporada pasada, donde logró transformar a su cancha en un bastión inexpugnable. El rival del turno sólo aspiraba a un empate.
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