El defensor de River Plate, Ramiro Funes Mori avisó que, a diferencia de lo realizado por San Lorenzo en el juego de ida en el Monumental, su equipo no se va a "meter atrás" en la revancha del miércoles próximo en el Nuevo Gasómetro, por la Recopa Sudamericana.
"Vamos a salir a jugar de igual a igual como es nuestro estilo", reafirmó el "mellizo", tras asumir que el rival cambiará a una postura más ofensiva para revertir la serie, que está 1-0 a favor del conjunto riverplatense.
"Obviamente que ellos, al ser locales y contar con el apoyo de todo su público, van a salir a atacar para ganar el partido. Va a ser difícil, es una cancha grande, pero nosotros no nos vamos a meter atrás, jugaremos de igual a igual. Los primeros 15 o 20 minutos del partido serán fundamentales porque intentarán llevarnos por delante", expuso en conferencia de prensa.
Funes Mori valoró como "un resultado positivo" el 1-0 logrado el viernes en el Monumental, donde el equipo de Marcelo Gallardo evidenció una recuperación luego de la goleada sufrida ante Boca Juniors (5-0) en el Superclásico amistoso disputado en Mendoza.
"En ese partido no nos salió una, pero siempre supimos que lo importante era prepararnos para la competencia oficial. Con San Lorenzo jugamos dos finales y hay que ganarlas", aceptó.
Por su parte, el mediocampista de River Pablo Aimar será operado el próximo jueves en su tobillo derecho, con lo que difirió hasta el segundo semestre de 2015 su posible regreso al fútbol.
El cordobés, de 35 años, que actuó por última vez en abril del año pasado con la camiseta del Johor de Malasia, decidió hoy su intervención de manera conjunta con el cuerpo médico del plantel y el DT Marcelo Gallardo, quien aceptó su incorporación este año consciente del grado de dificultad en la recuperación de su lesión.
Aimar padece severos dolores en su tobillo derecho, derivado de otra operación por un sobrehueso en el pie derecho, en junio de 2014.
La nueva cirugía le implicará al futbolista una recuperación de tres o cuatro meses, con lo que recién estaría en condiciones de jugar en la segunda mitad del año, pasada la Copa América Chile 1995.
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El defensor de River Plate, Ramiro Funes Mori avisó que, a diferencia de lo realizado por San Lorenzo en el juego de ida en el Monumental, su equipo no se va a "meter atrás" en la revancha del miércoles próximo en el Nuevo Gasómetro, por la Recopa Sudamericana.
"Vamos a salir a jugar de igual a igual como es nuestro estilo", reafirmó el "mellizo", tras asumir que el rival cambiará a una postura más ofensiva para revertir la serie, que está 1-0 a favor del conjunto riverplatense.
"Obviamente que ellos, al ser locales y contar con el apoyo de todo su público, van a salir a atacar para ganar el partido. Va a ser difícil, es una cancha grande, pero nosotros no nos vamos a meter atrás, jugaremos de igual a igual. Los primeros 15 o 20 minutos del partido serán fundamentales porque intentarán llevarnos por delante", expuso en conferencia de prensa.
Funes Mori valoró como "un resultado positivo" el 1-0 logrado el viernes en el Monumental, donde el equipo de Marcelo Gallardo evidenció una recuperación luego de la goleada sufrida ante Boca Juniors (5-0) en el Superclásico amistoso disputado en Mendoza.
"En ese partido no nos salió una, pero siempre supimos que lo importante era prepararnos para la competencia oficial. Con San Lorenzo jugamos dos finales y hay que ganarlas", aceptó.
Por su parte, el mediocampista de River Pablo Aimar será operado el próximo jueves en su tobillo derecho, con lo que difirió hasta el segundo semestre de 2015 su posible regreso al fútbol.
El cordobés, de 35 años, que actuó por última vez en abril del año pasado con la camiseta del Johor de Malasia, decidió hoy su intervención de manera conjunta con el cuerpo médico del plantel y el DT Marcelo Gallardo, quien aceptó su incorporación este año consciente del grado de dificultad en la recuperación de su lesión.
Aimar padece severos dolores en su tobillo derecho, derivado de otra operación por un sobrehueso en el pie derecho, en junio de 2014.
La nueva cirugía le implicará al futbolista una recuperación de tres o cuatro meses, con lo que recién estaría en condiciones de jugar en la segunda mitad del año, pasada la Copa América Chile 1995.
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