No es casual que el impulsor del proyecto de "pirotecnia controlada" sea el titular de la Unión por una República Animalista y Cívica. La idea surgió porque es de público conocimiento el gran daño que causa la pirotecnia a los animales por su extrema sensibilidad en su aparato auditivo.
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No es casual que el impulsor del proyecto de "pirotecnia controlada" sea el titular de la Unión por una República Animalista y Cívica. La idea surgió porque es de público conocimiento el gran daño que causa la pirotecnia a los animales por su extrema sensibilidad en su aparato auditivo.
Aunque la mayoría de los animales tienen el oído agudizado, los perros son los más afectados por la pirotecnia porque son más demostrativos en virtud de la estructura social en la que viven. Es decir, al ser muy cercanos y dependientes de sus dueños, están propensos a desarrollar estrés y fobias porque sienten una constante sensación de miedo y peligro para él y su entorno. Por ejemplo, a comparación de los perros, los gatos ante los primeros ruidos buscan un lugar inaccesible, tranquilo y oscuro, y permanecen en el lugar de manera independiente hasta que creen que pasó el peligro.
En cambio los perros sienten el deseo de estar en permanente contacto con su propietario y escapar junto a él de los ruidos.
Según explicó el veterinario homeopático Juan Antonio Belloti, el oído de un perro es casi veinte veces más potente que el del ser humano. Según estudios los canes pueden captar grandes densidades de ondas por segundo, gracias a lo cual perciben sonidos como los emitidos por los murciélagos y las ratas, que para el hombre son imperceptibles. En cuanto a la percepción de sonidos distantes, los perros pueden detectar un sonido débil a una distancia entre cuatro y cinco veces mayor que un ser humano.
Por todas estas características se dice que los perros tienen una "hipersensibilidad auditiva", por lo que los ruidos fuertes o explosiones provocados por pirotecnia, puedan causarles pánico y provocar que manifiesten conductas inhabituales, tales como huidas, agresividad o auto lesiones explicó el veterinario.
"Todos los perros tienen hipersensibilidad a los ruidos, otros más, otros menos. No depende del tamaña ni de su raza, sino solo de su condición de canino", dijo Belotti.
Es por eso que a poco de festejarse el Año Nuevo y teniendo presente que aún no muchas personas tomaron conciencia de que el uso de estos elementos combustibles causan graves daños a los animales, Belotti explicó que la mejor opción es tranquilizar a los animales mediantes gotas bajo receta.
Medicina tradicional y natural
Al momento de administrar los tranquilizantes, Bellloti explicó que existen dos opciones: utilizar la medicina tradicional y la homeopática. En el primer caso, se pueden conseguir las gotas en las veterinarias, y actúan casi de manera inmediata, pero tienen efectos colaterales como la debilidad en las extremidades de los caninos al despertarse y en sus párpados por el uso de los químicos.
La segunda opción es naturista, y según el veterinario, se puede comprar sin necesidad de que el perro visite la veterinaria. Esta medicina homeopática disminuye la ansiedad y el pánico del perro, y no tiene efectos secundarios, sino que el animal se restablece rápidamente a su estado natural. El único inconveniente de los sedantes naturales es que deben administrarse gotas cada diez o quince minutos, es decir que los dueños deben estar atentos a sus mascotas durante estos lapsos durante las cenas de Año Nuevo.
"Lo que se recomienda es sedar a todos los animales y no esperar que entren en pánico, porque realmente son muchas las bombas y ruidos, entonces es mejor prevenir que curar", dijo Belotti, y agregó que es recomendable que la administración de sedantes comience a las 18 horas, antes de la noche de Año Nuevo.
Si los propietarios optan por no administrar tranquilizantes, veterinarios y organizaciones animalistas recomendaron alejar a las mascotas del ruido general, prepararles un ambiente cerrado de la casa, donde el animal se sienta cómodo para que descansar.
Se puede ubicar al perro o gato en el lugar más aislado de la casa, con las puertas cerradas, dejándose una radio o el televisor encendido a un volumen mediano para amortiguar los sonidos exteriores.
Si acostumbra jugar con objetos, se puede optar de igual manera por dejarle un juguete o algo para morder.
Una buena
Finalmente las autoridades municipales capitalinas tomaron una decisión acertada al disponer que en 2016 no se permitirá la venta de pirotecnia. Al confirmar la medida, el subsecretario de Fiscalización y Control de la comuna, Bruno Jerez, recomendó a los comerciantes callejeros que "no inviertan en este negocio, porque por ley está prohibido y por ende los bomberos no la autorizan. Esta es una buena noticia para todos, particularmente por la salud de las personas, por las mascotas y el resguardo de accidentes por el acopio y uso de estos elementos".