Los socios de Zapla regularizan cuotas

Poco a poco se puede apreciar mayor movimiento en el Club Zapla. Es que además de haber iniciado la temporada de pileta y tras la lota "merengue", los socios en mayor medida se acercan a regularizar sus deudas y así estar aptos a participar de los comicios que en principio se realizarían el próximo domingo 27 del corrientes mes.

Entonces los socios afines a las dos listas (Carlos Tisera buscando su 3º mandato y Miguel Taritolay representando a Juntos por Zapla) se ponen al día con la cuota societaria que lo habilitará a definir el futuro de la entidad de sus amores. Emitirán su voto los titulares afiliados con la cuota al día y con un año de antigüedad.

Como primera medida recuperar el sentido de pertenencia en Zapla será el objetivo primordial de los postulantes que a la vez tendrán la misión de hacer valer el prestigio de los años gloriosos. Es verdad que de recuerdos, ya no se vive, y más aún en la actual situación económica pero con empeño y trabajo desinteresado todo se puede. Entonces si se sueña que sea a lo grande y no improvisando sino desde ya renovando metas a corto, mediano y largo plazo. Sabiendo que en caso continuar o asumir sólo estarán a cargo temporariamente (2 años) con el compromiso de mejorar, potenciar y fortalecer lo realizado en 68 años de existencia. Una vez allí ser conscientes que sólo son etapas, porque en realidad los socios son los dueños reales y quienes deciden si continúan o no. Por eso el aporte, fidelidad y acompañamiento es fundamental. Por la magnitud de Zapla (un predio de 8 hectáreas), el tiempo dedicado muchas veces no es suficiente y si es a medias no alcanza. La figura diaria no sólo se remite a unos cuantos directivos sino a cada integrante de la Comisión Directiva con disponibilidad total, ya sea desde su teléfono hasta la presencia. O sea desde el presidente hasta el último vocal, al asumir tienen la obligación de trabajar para informar y rendir cuentas al socio quién en definitiva debe ser el beneficiado. Entonces dedicar tiempo completo y en algunas ocasiones aportar dinero de sus propios bolsillos sin retribución, no es ningún descubrimiento. La función desde el primer día de mandato hasta el último debe asimilarse como mantener una segunda casa donde "siempre" hay algo por hacer, arreglar y remodelar. Se debe entender que el cariño y acompañamiento del hincha a pesar de ser exitista, se lo gana con alegrías y no es una obligación colaborar y concurrir cuando no se perfilan objetivos fijos a nivel social y deportivo. En definitiva en Zapla no hay que contar una fortuna sino "capacitarse" para administrar y así generar más recursos para autoabastecerse.

Por último habrá que hacerle entender al socio "merengue" que el fútbol no da pérdidas, lo que provoca pérdida es el mal manejo del fútbol, el gastar más de lo que entra.

En tanto ayer Juventud de San Luis se clasificó a la final del Federal A.

Poco a poco se puede apreciar mayor movimiento en el Club Zapla. Es que además de haber iniciado la temporada de pileta y tras la lota "merengue", los socios en mayor medida se acercan a regularizar sus deudas y así estar aptos a participar de los comicios que en principio se realizarían el próximo domingo 27 del corrientes mes.

Entonces los socios afines a las dos listas (Carlos Tisera buscando su 3º mandato y Miguel Taritolay representando a Juntos por Zapla) se ponen al día con la cuota societaria que lo habilitará a definir el futuro de la entidad de sus amores. Emitirán su voto los titulares afiliados con la cuota al día y con un año de antigüedad.

Como primera medida recuperar el sentido de pertenencia en Zapla será el objetivo primordial de los postulantes que a la vez tendrán la misión de hacer valer el prestigio de los años gloriosos. Es verdad que de recuerdos, ya no se vive, y más aún en la actual situación económica pero con empeño y trabajo desinteresado todo se puede. Entonces si se sueña que sea a lo grande y no improvisando sino desde ya renovando metas a corto, mediano y largo plazo. Sabiendo que en caso continuar o asumir sólo estarán a cargo temporariamente (2 años) con el compromiso de mejorar, potenciar y fortalecer lo realizado en 68 años de existencia. Una vez allí ser conscientes que sólo son etapas, porque en realidad los socios son los dueños reales y quienes deciden si continúan o no. Por eso el aporte, fidelidad y acompañamiento es fundamental. Por la magnitud de Zapla (un predio de 8 hectáreas), el tiempo dedicado muchas veces no es suficiente y si es a medias no alcanza. La figura diaria no sólo se remite a unos cuantos directivos sino a cada integrante de la Comisión Directiva con disponibilidad total, ya sea desde su teléfono hasta la presencia. O sea desde el presidente hasta el último vocal, al asumir tienen la obligación de trabajar para informar y rendir cuentas al socio quién en definitiva debe ser el beneficiado. Entonces dedicar tiempo completo y en algunas ocasiones aportar dinero de sus propios bolsillos sin retribución, no es ningún descubrimiento. La función desde el primer día de mandato hasta el último debe asimilarse como mantener una segunda casa donde "siempre" hay algo por hacer, arreglar y remodelar. Se debe entender que el cariño y acompañamiento del hincha a pesar de ser exitista, se lo gana con alegrías y no es una obligación colaborar y concurrir cuando no se perfilan objetivos fijos a nivel social y deportivo. En definitiva en Zapla no hay que contar una fortuna sino "capacitarse" para administrar y así generar más recursos para autoabastecerse.

Por último habrá que hacerle entender al socio "merengue" que el fútbol no da pérdidas, lo que provoca pérdida es el mal manejo del fútbol, el gastar más de lo que entra.

En tanto ayer Juventud de San Luis se clasificó a la final del Federal A.