El parlamento regional de Cataluña volvió a rechazar ayer la investidura de un ejecutivo dirigido por el presidente saliente, Artur Mas, retrasando el inicio del controvertido proceso de separación de España que lo enfrenta al gobierno de Madrid.
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El parlamento regional de Cataluña volvió a rechazar ayer la investidura de un ejecutivo dirigido por el presidente saliente, Artur Mas, retrasando el inicio del controvertido proceso de separación de España que lo enfrenta al gobierno de Madrid.
Tras más de tres horas de debate, la cámara regional catalana, que el martes ya había votado mayoritariamente contra la investidura de Mas, repitió su dictamen: sólo los 62 diputados de la coalición Junts pel Sí se pronunciaron a favor.
Mas, un conservador de 59 años que durante décadas defendió un nacionalismo moderado antes de sumarse al movimiento independentista en 2012, necesitaba el apoyo del otro partido secesionista, la anticapitalista Candidatura de Unidad Popular (CUP), con cuyos 10 diputados suman mayoría absoluta en un parlamento de 135 escaños.
Sin embargo, el líder de CUP, Antonio Baños, volvió a dejar clara su oposición a Mas, por considerar que el partido que preside, Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), está marcado por la corrupción y las políticas de austeridad.
El nuestro es "un no tranquilo", "un no que no cierra la puerta sino que estimula a ir más lejos", afirmó Baños.