La Iglesia Católica celebra hoy el Día de todos los Santos por lo que en la catedral metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires se expondrá el "Gran Relicario" con reliquias de 365 santos y se realizarán misas alegóricas.
En tanto, mañana, la Iglesia recuerda la solemnidad de los Fieles Difuntos y según destacó el Arzobispado de Buenos Aires, a las 12:30 en la catedral presidirá una misa alusiva el cardenal primado de la Argentina, monseñor Mario Aurelio Poli.
Por su parte, los obispos de San Isidro (Buenos Aires) ofrecieron reflexiones para vivir con mayor disposición espiritual la solemnidad de Todos los Santos y el día de los Fieles Difuntos.
Monseñor Oscar Vicente Ojea recordó que los santos "no son los que tienen cara de estampita", sino quienes "viven el Evangelio en cada momento de la historia"; su obispo auxiliar, monseñor Martín Fassi, habló de la importancia de saber desprenderse ante la muerte y rezar por los difuntos.
"Cuando nosotros pensamos en los santos, pensamos también en la capacidad de transmitir alegría. Pidamos a todos los santos que nos animen, que nos estimulen y que nos ayuden, que intercedan por nosotros para que podamos vivir en el tiempo presente y encarnar el Evangelio de Jesús", concluyó el obispo.
Monseñor Fassi, en tanto, recordó que enterrar a los muertos y rezar por los vivos y los difuntos son obras de misericordia que la Iglesia enseña desde hace mucho tiempo y sostuvo que recordar a los muertos, "rezándole" a Dios, es "honrar sus vidas".
"Rezar por nuestros difuntos es la oportunidad de poder reconciliar en la memoria lo que todavía está herido en nuestro vínculo con nuestros difuntos; es vivir la comunión de los santos, aquello que todavía no pudimos decirle a un ser querido porque ya partió. Aquello que sentimos que nos hubiera gustado escuchar", dijo monseñor Fassi.
El obispo auxiliar recordó un libro titulado "No te mueras con tus muertos" que ayuda ante la pérdida de un ser querido: "Tu vida sigue, tu vida continúa y el mejor modo de honrar la vida de tu difunto es vivir plenamente, es continuar con la vida", explicó.
"Que la experiencia dolorosa de la muerte de un ser querido sea la experiencia de un amor muy profundo; del desprendimiento de un amor muy profundo, muy necesario, para que nuestra vida continúe", dijo.
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La Iglesia Católica celebra hoy el Día de todos los Santos por lo que en la catedral metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires se expondrá el "Gran Relicario" con reliquias de 365 santos y se realizarán misas alegóricas.
En tanto, mañana, la Iglesia recuerda la solemnidad de los Fieles Difuntos y según destacó el Arzobispado de Buenos Aires, a las 12:30 en la catedral presidirá una misa alusiva el cardenal primado de la Argentina, monseñor Mario Aurelio Poli.
Por su parte, los obispos de San Isidro (Buenos Aires) ofrecieron reflexiones para vivir con mayor disposición espiritual la solemnidad de Todos los Santos y el día de los Fieles Difuntos.
Monseñor Oscar Vicente Ojea recordó que los santos "no son los que tienen cara de estampita", sino quienes "viven el Evangelio en cada momento de la historia"; su obispo auxiliar, monseñor Martín Fassi, habló de la importancia de saber desprenderse ante la muerte y rezar por los difuntos.
"Cuando nosotros pensamos en los santos, pensamos también en la capacidad de transmitir alegría. Pidamos a todos los santos que nos animen, que nos estimulen y que nos ayuden, que intercedan por nosotros para que podamos vivir en el tiempo presente y encarnar el Evangelio de Jesús", concluyó el obispo.
Monseñor Fassi, en tanto, recordó que enterrar a los muertos y rezar por los vivos y los difuntos son obras de misericordia que la Iglesia enseña desde hace mucho tiempo y sostuvo que recordar a los muertos, "rezándole" a Dios, es "honrar sus vidas".
"Rezar por nuestros difuntos es la oportunidad de poder reconciliar en la memoria lo que todavía está herido en nuestro vínculo con nuestros difuntos; es vivir la comunión de los santos, aquello que todavía no pudimos decirle a un ser querido porque ya partió. Aquello que sentimos que nos hubiera gustado escuchar", dijo monseñor Fassi.
El obispo auxiliar recordó un libro titulado "No te mueras con tus muertos" que ayuda ante la pérdida de un ser querido: "Tu vida sigue, tu vida continúa y el mejor modo de honrar la vida de tu difunto es vivir plenamente, es continuar con la vida", explicó.
"Que la experiencia dolorosa de la muerte de un ser querido sea la experiencia de un amor muy profundo; del desprendimiento de un amor muy profundo, muy necesario, para que nuestra vida continúe", dijo.
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