El jefe de Gabinete,
Jorge Capitanich, rechazó ayer que el Gobierno nacional haya cambiado su posición con respecto a la muerte del fiscal Alberto Nisman, desde la hipótesis del "suicidio" a la del "asesinato".
El jefe de ministros afirmó que en la primera de dos notas que la presidenta Cristina
Kirchner publicó al dar su posición sobre la muerte de
Nisman utilizó la palabra "suicidio" escrita entre signos de interrogación.
En su segunda nota, la jefa de Estado dijo que no tenía "pruebas", pero que consideraba que no fue un suicidio el caso de la muerte de Nisman y señaló "lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto".
En su habitual conferencia de prensa en Casa de Gobierno, el funcionario dijo que en el Ejecutivo nacional "ha primado la prudencia con respecto a la formulación de las hipótesis". Señaló además que ni él ni el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, hablaron de hipótesis sobre la muerte del fiscal.
Por otra parte, Capitanich volvió a afirmar que la denuncia de Nisman por presunto encubrimiento contra la presidente Cristina Kirchner y el canciller Héctor Timerman "no tenía consistencia". Destacó que el Gobierno tuvo una "actitud proactiva para el sostenimiento de las alertas rojas" sobre ciudadanos iraníes, lo que fue ratificado por un extitular de Interpol, Ronald Noble.
Según Capitanich, se trató de "una denuncia que se hace de un modo intempestivo en un mes de feria judicial, no habilitada por la jueza" María Servini de Cubría.
"Calificados penalistas han determinado que (la denuncia) no tenía pruebas, la producción de pruebas era inconsistente. Establecía una opinión sin tener principio de ejecución, no tenía consistencia", subrayó el jefe de Gabinete.
También señaló que Nisman apuntó contra "dos supuestos espías" de quienes la Secretaría de Inteligencia señaló que no formaban parte del organismo. "El intercambio comercial (con Irán) decrece. La República Argentina no compra petróleo a Irán. Y los cereales se venden a través de grupos privados. Objetivamente el móvil no era la denuncia por la carencia de sustento y de valor probatorio", subrayó.
Capitanich pidió que "la Justicia actúe" para determinar cómo y por qué murió Nisman.
"Las dudas que pueda manifestar la sociedad (sobre la muerte del fiscal Nisman) son absolutamente legítimas", señaló Capitanich, quien indicó que "solamente" puede despejarlas la Justicia.
El jefe de Gabinete,
Jorge Capitanich, rechazó ayer que el Gobierno nacional haya cambiado su posición con respecto a la muerte del fiscal Alberto Nisman, desde la hipótesis del "suicidio" a la del "asesinato".
El jefe de ministros afirmó que en la primera de dos notas que la presidenta Cristina
Kirchner publicó al dar su posición sobre la muerte de
Nisman utilizó la palabra "suicidio" escrita entre signos de interrogación.
En su segunda nota, la jefa de Estado dijo que no tenía "pruebas", pero que consideraba que no fue un suicidio el caso de la muerte de Nisman y señaló "lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto".
En su habitual conferencia de prensa en Casa de Gobierno, el funcionario dijo que en el Ejecutivo nacional "ha primado la prudencia con respecto a la formulación de las hipótesis". Señaló además que ni él ni el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, hablaron de hipótesis sobre la muerte del fiscal.
Por otra parte, Capitanich volvió a afirmar que la denuncia de Nisman por presunto encubrimiento contra la presidente Cristina Kirchner y el canciller Héctor Timerman "no tenía consistencia". Destacó que el Gobierno tuvo una "actitud proactiva para el sostenimiento de las alertas rojas" sobre ciudadanos iraníes, lo que fue ratificado por un extitular de Interpol, Ronald Noble.
Según Capitanich, se trató de "una denuncia que se hace de un modo intempestivo en un mes de feria judicial, no habilitada por la jueza" María Servini de Cubría.
"Calificados penalistas han determinado que (la denuncia) no tenía pruebas, la producción de pruebas era inconsistente. Establecía una opinión sin tener principio de ejecución, no tenía consistencia", subrayó el jefe de Gabinete.
También señaló que Nisman apuntó contra "dos supuestos espías" de quienes la Secretaría de Inteligencia señaló que no formaban parte del organismo. "El intercambio comercial (con Irán) decrece. La República Argentina no compra petróleo a Irán. Y los cereales se venden a través de grupos privados. Objetivamente el móvil no era la denuncia por la carencia de sustento y de valor probatorio", subrayó.
Capitanich pidió que "la Justicia actúe" para determinar cómo y por qué murió Nisman.
"Las dudas que pueda manifestar la sociedad (sobre la muerte del fiscal Nisman) son absolutamente legítimas", señaló Capitanich, quien indicó que "solamente" puede despejarlas la Justicia.