24 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Caza furtiva de rinocerontes batió nuevo récord en 2014

Viernes, 23 de enero de 2015 00:00
Rinocerontes / Más de 1.200 fueron cazados por sus cuernos. 
La caza furtiva de rinocerontes en Sudáfrica batió un nuevo récord en 2014 con 1.215 animales abatidos, mientras las autoridades admiten sentirse desarmadas frente al crimen organizado a escala mundial.
Los rinocerontes se han convertido en objetivo de los cazadores furtivos desde hace algunos años, debido a las propiedades casi mágicas atribuidas en Asia a sus cuernos, compuestos únicamente de keratina como las uñas humanas. Las piezas son vendidas a precio de oro en el mercado negro, sobre todo en Vietnam, y reducidas a polvo para ser utilizadas en remedios tradicionales.
Para evitar ser detectados, los cazadores utilizan a menudo anestésicos más discretos que las armas de fuego. Después les cortan los cuernos con un hacha, y cuando el animal se despierta, muere por las heridas tras una larga agonía.
"Es muy inquietante", reconoció la ministra de Medio Ambiente sudafricana, Edna Molewa. "No lo olvidemos, la caza furtiva de rinocerontes forma parte del comercio ilegal de animales salvajes, que mueve varios miles de millones de dólares al año en el mundo entero", subrayó la ministra sudafricana.
La masacre está tomando dimensiones alarmantes: con 1.215 animales abatidos el año pasado y 1.004 el precedente, la tasa de mortalidad pronto superará la de nacimientos entre los cerca de 20.000 rinocerontes sudafricanos, que constituyen el 80% de la población mundial de esta especie. Y los especialistas consideran que las cifras oficiales subestiman la realidad, ya que numerosos esqueletos escapan al macabro censo elaborado por las autoridades.
Sobre el terreno, el ejército sudafricano ha empezado a acudir en refuerzo de los guardas forestales, especialmente en el parque nacional Kruger, fronterizo con Mozambique, donde viven unos 9.000 rinocerontes. El gobierno sudafricano también ha comenzado a desplazar a los paquidermos para protegerlos a países vecinos, donde los cazadores furtivos ya han empezado a aparecer.
Sudáfrica también considera legalizar el comercio del cuerno de rinoceronte, que vuelve a crecer una vez es cortado, ya que sería más sencillo responder a la demanda y proteger a los animales. Una comisión va a estudiar las consecuencias de una eventual legalización, tema que será debatido en la próxima reunión de la Convención sobre el comercio internacional de especies de fauna y flores salvajes en riesgo de extinción, en 2016 en Ciudad del Cabo.

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La caza furtiva de rinocerontes en Sudáfrica batió un nuevo récord en 2014 con 1.215 animales abatidos, mientras las autoridades admiten sentirse desarmadas frente al crimen organizado a escala mundial.
Los rinocerontes se han convertido en objetivo de los cazadores furtivos desde hace algunos años, debido a las propiedades casi mágicas atribuidas en Asia a sus cuernos, compuestos únicamente de keratina como las uñas humanas. Las piezas son vendidas a precio de oro en el mercado negro, sobre todo en Vietnam, y reducidas a polvo para ser utilizadas en remedios tradicionales.
Para evitar ser detectados, los cazadores utilizan a menudo anestésicos más discretos que las armas de fuego. Después les cortan los cuernos con un hacha, y cuando el animal se despierta, muere por las heridas tras una larga agonía.
"Es muy inquietante", reconoció la ministra de Medio Ambiente sudafricana, Edna Molewa. "No lo olvidemos, la caza furtiva de rinocerontes forma parte del comercio ilegal de animales salvajes, que mueve varios miles de millones de dólares al año en el mundo entero", subrayó la ministra sudafricana.
La masacre está tomando dimensiones alarmantes: con 1.215 animales abatidos el año pasado y 1.004 el precedente, la tasa de mortalidad pronto superará la de nacimientos entre los cerca de 20.000 rinocerontes sudafricanos, que constituyen el 80% de la población mundial de esta especie. Y los especialistas consideran que las cifras oficiales subestiman la realidad, ya que numerosos esqueletos escapan al macabro censo elaborado por las autoridades.
Sobre el terreno, el ejército sudafricano ha empezado a acudir en refuerzo de los guardas forestales, especialmente en el parque nacional Kruger, fronterizo con Mozambique, donde viven unos 9.000 rinocerontes. El gobierno sudafricano también ha comenzado a desplazar a los paquidermos para protegerlos a países vecinos, donde los cazadores furtivos ya han empezado a aparecer.
Sudáfrica también considera legalizar el comercio del cuerno de rinoceronte, que vuelve a crecer una vez es cortado, ya que sería más sencillo responder a la demanda y proteger a los animales. Una comisión va a estudiar las consecuencias de una eventual legalización, tema que será debatido en la próxima reunión de la Convención sobre el comercio internacional de especies de fauna y flores salvajes en riesgo de extinción, en 2016 en Ciudad del Cabo.

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