Las economías regionales explotaron esta semana y pusieron al descubierto la grave crisis de un sector que genera más puestos de trabajo que la soja y que no puede afrontar los gastos de cosecha, como es el caso de las peras y manzanas, además de la actividad vitivinícola.
Para "muestra basta un botón" sentencia un popular refrán y en las economías regionales, como los cítricos, olivos y lugares donde el trigo es un monocultivo y no tiene rentabilidad, están en problemas.
Así surge de una serie de consultas realizadas entre pequeños productores y analistas agropecuarios.
En el rubro vino y uva, unos 5.000 productores entre los que también se encontraban bodegueros protestaron este jueves en una manifestación que se consideró histórica con 1.500 vehículos que se lanzaron a la Casa de Gobierno de Mendoza para reclamar soluciones.
Fue tal el éxito y la catarsis de la protesta en la capital mendocina que ahora los viñateros están divididos entre los que quieren profundizar las medidas de fuerza y hasta suspender la emblemática Fiesta Nacional de la Vendimia y los que pretenden negociar con el Gobierno hasta el final.
"No tenemos tiempo para eso, necesitamos soluciones", dijo Carlos Ianizzotto, vicepresidente de Coninagro y gerente de Acovi, Asociación de Cooperativas Vitivinícolas, partidario de la negociación, en lugar de agudizar los reclamos.
Por su parte, en medio de la protesta, el Observatorio de Economías Regionales de la Asociación difundió un estudio en el que demuestra que el precio del vino blanco escurrido (genérico) hoy es de 1,80 pesos para el productor y éste, para levantar la cosecha, debe poner de su bolsillo 2,28 pesos o vender el vino a 4,08 pesos el litro y cubrir los costos variables solamente", para el tinto los números son similares.
En medio de la movilización, Sebastián Lafalla, tesorero de la Asociación de Viñateros de Mendoza, quien recordó que la situación "viene desde hace cuatro años, con precios congelados y cada vez más bajos, una inflación que supera el 35 por ciento: así, el productor se plantea cosechar o no cosechar".
El dirigente señaló que reclaman soluciones y recordó que del "vino genérico escurrido blanco hay 200 millones de litros de stock sin vender. Con el cepo cambiario, el sector pierde competitividad, no puede exportar y por eso se generan los excedentes". "Reclamamos que se retiren los 200 millones de litros, a través de una devolución de las retenciones del 5 por ciento, 2,5 por ciento tiene que volver a la industria, y para poder exportar necesitamos un dólar más competitivo", dijo.
Acovi considera a la vitivinicultura "en riesgo" por los costos actuales, el mismo stock vínico, la escasa venta, el precio actual, la exclusión del costo fijo y la amortización y el no financiamiento con créditos de cosecha y acarreo.
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Las economías regionales explotaron esta semana y pusieron al descubierto la grave crisis de un sector que genera más puestos de trabajo que la soja y que no puede afrontar los gastos de cosecha, como es el caso de las peras y manzanas, además de la actividad vitivinícola.
Para "muestra basta un botón" sentencia un popular refrán y en las economías regionales, como los cítricos, olivos y lugares donde el trigo es un monocultivo y no tiene rentabilidad, están en problemas.
Así surge de una serie de consultas realizadas entre pequeños productores y analistas agropecuarios.
En el rubro vino y uva, unos 5.000 productores entre los que también se encontraban bodegueros protestaron este jueves en una manifestación que se consideró histórica con 1.500 vehículos que se lanzaron a la Casa de Gobierno de Mendoza para reclamar soluciones.
Fue tal el éxito y la catarsis de la protesta en la capital mendocina que ahora los viñateros están divididos entre los que quieren profundizar las medidas de fuerza y hasta suspender la emblemática Fiesta Nacional de la Vendimia y los que pretenden negociar con el Gobierno hasta el final.
"No tenemos tiempo para eso, necesitamos soluciones", dijo Carlos Ianizzotto, vicepresidente de Coninagro y gerente de Acovi, Asociación de Cooperativas Vitivinícolas, partidario de la negociación, en lugar de agudizar los reclamos.
Por su parte, en medio de la protesta, el Observatorio de Economías Regionales de la Asociación difundió un estudio en el que demuestra que el precio del vino blanco escurrido (genérico) hoy es de 1,80 pesos para el productor y éste, para levantar la cosecha, debe poner de su bolsillo 2,28 pesos o vender el vino a 4,08 pesos el litro y cubrir los costos variables solamente", para el tinto los números son similares.
En medio de la movilización, Sebastián Lafalla, tesorero de la Asociación de Viñateros de Mendoza, quien recordó que la situación "viene desde hace cuatro años, con precios congelados y cada vez más bajos, una inflación que supera el 35 por ciento: así, el productor se plantea cosechar o no cosechar".
El dirigente señaló que reclaman soluciones y recordó que del "vino genérico escurrido blanco hay 200 millones de litros de stock sin vender. Con el cepo cambiario, el sector pierde competitividad, no puede exportar y por eso se generan los excedentes". "Reclamamos que se retiren los 200 millones de litros, a través de una devolución de las retenciones del 5 por ciento, 2,5 por ciento tiene que volver a la industria, y para poder exportar necesitamos un dólar más competitivo", dijo.
Acovi considera a la vitivinicultura "en riesgo" por los costos actuales, el mismo stock vínico, la escasa venta, el precio actual, la exclusión del costo fijo y la amortización y el no financiamiento con créditos de cosecha y acarreo.
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