El arquero y subcapitán de Racing Sebastián Saja admitió que hace tres meses, cuando lejos estaba Racing de este presente histórico de depender de una victoria para festejar el título en el torneo, el plantel debería haber sido “colgado” del estadio Juan Domingo Perón de Avellaneda.
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El arquero y subcapitán de Racing Sebastián Saja admitió que hace tres meses, cuando lejos estaba Racing de este presente histórico de depender de una victoria para festejar el título en el torneo, el plantel debería haber sido “colgado” del estadio Juan Domingo Perón de Avellaneda.
Racing, en base a un cambio radical en su juego, pasó del infierno al cielo en tres meses, porque el 1 de septiembre, la “academia” perdió el clásico con Independiente y a la fecha siguiente las banderas con mensajes ofensivos hacia Saja, el entrenador Diego Cocca y el resto del plantel se dejaban ver en el Cilindro.
Dos semanas después, la eliminación de la Copa Argentina en manos de Argentinos en cancha de Huracán fue la confirmación de la caída libre.
Sin embargo, a partir de ese encuentro, lo que parecía el fin de un ciclo se transformó en el comienzo de una revolución, que dentro de dos semanas podría tener el mejor desenlace.
Saja también se refirió a cómo palpitan el partido con Godoy Cruz, que se disputará dentro de trece días, lo que hace difícil poder manejar la ansiedad. “Es inevitable la ansiedad. Más allá de que uno ya ha vivido estos momentos, por más experiencia que uno tenga, cuando se acerca la definición es imposible no sentir ese cosquilleo”, aseguró.
Por último habló sobre la influencia del capitán Diego Milito en el equipo, quien regresó de Europa con la ilusión de llegar a la fecha final en esta posición de privilegio.