Sin sobrarle nada y hasta pasando momentos de zozobra, San Lorenzo de Almagro venció ajustadamente a Auckland City de Nueva Zelanda por 2 a 1 y se clasificó para la final del Mundial de Clubes que se disputa en Marruecos. El equipo de Boedo se puso en ventaja con el gol marcado por Pablo Barrientos, a los 45 minutos del primer tiempo, pero igualó el español Angel Berlanga, a los 22 del complemento para el conjunto neozelandés.
Sin embargo, Mauro Matos, a los 2 minutos del primer tiempo suplementario, puso la ventaja para el equipo sudamericano. Ahora el equipo argentino se medirá frente al Real Madrid de España, el próximo sábado, para quedarse con el título, mientras que el conjunto neozelandés enfrentará al Cruz Azul de México por el tercer y cuarto puesto.
El conjunto de Edgardo Bauza no tuvo un buen primer tiempo, porque le cedió demasiado el balón al equipo neozelandés, y nunca cambió el ritmo de tres cuartos de cancha hacia adelante.
Los motivos se pueden buscar en una táctica apostando al desgaste de los jugadores del equipo oceánico, quienes son semiprofesionales, pero nunca Barrientos se apoderó del balón como para poner a sus compañeros de cara al gol.
San Lorenzo pareció no poder encontrar la "segunda marcha" para encarar el partido, porque Verón estuvo muy aislado de Barrientos y Cauteruccio estuvo solo en el ataque. En la defensa, en una apuesta diferente de Bauza de meter a tres zurdos (Kanemann, Yepes y Mas), y un solo diestro, Buffarini, dejó espacios entre las líneas y los espacios fueron aprovechados por los jugadores rivales, quienes se mostraron criteriosos, aunque inocentes en ataque.
San Lorenzo jugó muy mal ante un equipo que con casi nada logró inquietarlo. Habrá que dar vuelta de página y enfocarse en el partido más importante de las historia del club de Boedo, contra el Real Madrid.
Ronaldo y compañía tomaron nota por tv
El entrenador del Real Madrid Carlo Ancelotti, y su plantel, siguieron por televisión al equipo que será su rival el sábado.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Sin sobrarle nada y hasta pasando momentos de zozobra, San Lorenzo de Almagro venció ajustadamente a Auckland City de Nueva Zelanda por 2 a 1 y se clasificó para la final del Mundial de Clubes que se disputa en Marruecos. El equipo de Boedo se puso en ventaja con el gol marcado por Pablo Barrientos, a los 45 minutos del primer tiempo, pero igualó el español Angel Berlanga, a los 22 del complemento para el conjunto neozelandés.
Sin embargo, Mauro Matos, a los 2 minutos del primer tiempo suplementario, puso la ventaja para el equipo sudamericano. Ahora el equipo argentino se medirá frente al Real Madrid de España, el próximo sábado, para quedarse con el título, mientras que el conjunto neozelandés enfrentará al Cruz Azul de México por el tercer y cuarto puesto.
El conjunto de Edgardo Bauza no tuvo un buen primer tiempo, porque le cedió demasiado el balón al equipo neozelandés, y nunca cambió el ritmo de tres cuartos de cancha hacia adelante.
Los motivos se pueden buscar en una táctica apostando al desgaste de los jugadores del equipo oceánico, quienes son semiprofesionales, pero nunca Barrientos se apoderó del balón como para poner a sus compañeros de cara al gol.
San Lorenzo pareció no poder encontrar la "segunda marcha" para encarar el partido, porque Verón estuvo muy aislado de Barrientos y Cauteruccio estuvo solo en el ataque. En la defensa, en una apuesta diferente de Bauza de meter a tres zurdos (Kanemann, Yepes y Mas), y un solo diestro, Buffarini, dejó espacios entre las líneas y los espacios fueron aprovechados por los jugadores rivales, quienes se mostraron criteriosos, aunque inocentes en ataque.
San Lorenzo jugó muy mal ante un equipo que con casi nada logró inquietarlo. Habrá que dar vuelta de página y enfocarse en el partido más importante de las historia del club de Boedo, contra el Real Madrid.
Ronaldo y compañía tomaron nota por tv
El entrenador del Real Madrid Carlo Ancelotti, y su plantel, siguieron por televisión al equipo que será su rival el sábado.
PUBLICIDAD