La puesta tucumana sirvió para hacer el intervalo necesario para decidir el elenco que representará a Jujuy en el próximo Encuentro Regional del Teatro y Fiesta Nacional del Teatro.
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La puesta tucumana sirvió para hacer el intervalo necesario para decidir el elenco que representará a Jujuy en el próximo Encuentro Regional del Teatro y Fiesta Nacional del Teatro.
Las actrices tucumanas, Verónica Andrade y Beatriz Morán, representaron el encuentro de dos mujeres, una de ellas es la esposa del presidente de la nación, Eva Duarte de Perón, y una periodista de muchos apellidos, perteneciente a la alta alcurnia de Tucumán, que hace este trabajo "sólo por hobbie". Esta última, Luli, pidió una entrevista con Eva para preguntarle por qué ocupa un lugar que está destinado a los hombres.
La propuesta muestra a una Evita muy enojada, a la defensiva, y a la vez muy sensible, que se promete a sí misma, que la periodista va a salir de su despacho siendo peronista.
Muy buenas actuaciones y una disposición intimista de la escena con respecto al público ubicado muy cerca de las artistas, logran el clima deseado, la sensación de hermetismo en una oficina llena de bronces que serán las llaves hacia el sinceramiento de la mujer oligarca.
Una obra de neto contenido militante, que quizás peca de ser muy obvia en su desenlace, y que además se detiene muy poco en el proceso que lleva a la periodista al cambio de postura. El paso de un momento a otro de Luli (que en este debate representa a la oligarquía) resulta muy apresurado. Con todo, la puesta fue muy aplaudida.
