En el "Nuevo Gasómetro", San Lorenzo encontró su quinta caída en el campeonato: perdió dos a cero ante Tigre por los goles de Lucas Wilchez y Sebastián Rincón tras una linda jugada personal. El local, que tuvo a Yepes en el banco, le dijo "adiós" de manera definitiva al torneo y deberá mejorar mucho si quiere quedarse con el Mundial de Clubes en diciembre; mientras que el elenco visitante continúa con el invicto de la Era Alfaro en el torneo doméstico.
El Mundial de Clubes está a la vuelta de la esquina y el rendimiento de San Lorenzo deja cada vez más dudas. El Real Madrid es el gran objetivo, aunque antes de enfrentarse a ese monstruo deberá solucionar varios problemas coyunturales que tienen más que preocupados a Edgardo Bauza. Con un flojo nivel, volvió a caer en el "Nuevo Gasómetro" por 2-0 ante un Tigre que lleva el sello de Gustavo Alfaro en la "frente": orden e inteligencia.
La pelota fue del "ciclón", más por una cuestión de principios del equipo de "Lechuga" que por una virtud de los del "Patón". Néstor Ortigoza manejó los hilos, pero su errático nivel generó un hueco que el dueño de casa no pudo subsanar en ningún trayecto del partido.
¿Orden e inteligencia dijimos? A los 29 minutos del primer tiempo lo graficó Lucas Wilchez, cuando aprovechó un error de Julio Buffarini y venció la resistencia de Sebastián Torrico.
Los segundos 45 minutos del partido fueron claros: San Lorenzo chocando contra las acopladas líneas de Tigre, y éste desaprovechando una y otra vez los espacios que dejaba su rival en cada contra. Leandro Garate, Martín Galmarini; todos dejaron pasar su oportunidad ante Torrico.
El "cuervo" quiso el empate, pero Javier García le prohibió el grito al "Pichi" Mercier, Martín Cauteruccio no tuvo punch y Mauro Matos perdió el olfato de gol justo cuando la tuvo en el punto de penal. Para colmo, el colombiano Rincón la tomó en la puerta del área sobre el final del partido y, ante la pasiva marca de los pocos defensores de San Lorenzo, tiró un chiche que dejó estacado a Fabricio Fontanini y la puso bien lejos de la estéril reacción de Torrico. Preocupación enorme para el "Patón", sonrisa feroz de "Lechuga" Alfaro. Bauza deberá trabajar, y mucho, si su equipo quiere levantar el título de campeón mundial en diciembre.
Quizás Mario Yepes fue suplente le aporte el orden y la voz de mando que falta en la zona defensiva. Alfaro sigue contento porque su elogiada forma sigue dando los frutos esperados y su "matador" continúa invicto en el torneo local desde que él llegó.
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En el "Nuevo Gasómetro", San Lorenzo encontró su quinta caída en el campeonato: perdió dos a cero ante Tigre por los goles de Lucas Wilchez y Sebastián Rincón tras una linda jugada personal. El local, que tuvo a Yepes en el banco, le dijo "adiós" de manera definitiva al torneo y deberá mejorar mucho si quiere quedarse con el Mundial de Clubes en diciembre; mientras que el elenco visitante continúa con el invicto de la Era Alfaro en el torneo doméstico.
El Mundial de Clubes está a la vuelta de la esquina y el rendimiento de San Lorenzo deja cada vez más dudas. El Real Madrid es el gran objetivo, aunque antes de enfrentarse a ese monstruo deberá solucionar varios problemas coyunturales que tienen más que preocupados a Edgardo Bauza. Con un flojo nivel, volvió a caer en el "Nuevo Gasómetro" por 2-0 ante un Tigre que lleva el sello de Gustavo Alfaro en la "frente": orden e inteligencia.
La pelota fue del "ciclón", más por una cuestión de principios del equipo de "Lechuga" que por una virtud de los del "Patón". Néstor Ortigoza manejó los hilos, pero su errático nivel generó un hueco que el dueño de casa no pudo subsanar en ningún trayecto del partido.
¿Orden e inteligencia dijimos? A los 29 minutos del primer tiempo lo graficó Lucas Wilchez, cuando aprovechó un error de Julio Buffarini y venció la resistencia de Sebastián Torrico.
Los segundos 45 minutos del partido fueron claros: San Lorenzo chocando contra las acopladas líneas de Tigre, y éste desaprovechando una y otra vez los espacios que dejaba su rival en cada contra. Leandro Garate, Martín Galmarini; todos dejaron pasar su oportunidad ante Torrico.
El "cuervo" quiso el empate, pero Javier García le prohibió el grito al "Pichi" Mercier, Martín Cauteruccio no tuvo punch y Mauro Matos perdió el olfato de gol justo cuando la tuvo en el punto de penal. Para colmo, el colombiano Rincón la tomó en la puerta del área sobre el final del partido y, ante la pasiva marca de los pocos defensores de San Lorenzo, tiró un chiche que dejó estacado a Fabricio Fontanini y la puso bien lejos de la estéril reacción de Torrico. Preocupación enorme para el "Patón", sonrisa feroz de "Lechuga" Alfaro. Bauza deberá trabajar, y mucho, si su equipo quiere levantar el título de campeón mundial en diciembre.
Quizás Mario Yepes fue suplente le aporte el orden y la voz de mando que falta en la zona defensiva. Alfaro sigue contento porque su elogiada forma sigue dando los frutos esperados y su "matador" continúa invicto en el torneo local desde que él llegó.
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