Basta que diseñadores como Frida Giannini, la responsable de la marca Gucci, o los Dolce & Gabbana bajen línea sobre lo que se usa en cada temporada para que el resto del planeta fashion empiece a jugar con todas las posibilidades que ofrece la consigna del momento. Esta vez se trata del terciopelo, una textura elegante y sofisticada que, al igual que lo que sucedió con el brillo, se impone para lucirse en cualquier momento del día sin el más mínimo prejuicio.
Podría decirse que además de ser parte del tan de moda barroco, el hit en terciopelo este año es el traje: blazer y pantalón pata de elefante. Pero también son parte del top ten las chaquetas entalladas y cortas que se usan tanto con un jean como con una falda lápiz; los shorts combinados con una blusa de encaje o una remera con inscripciones (para las más jóvenes, claro); las maxifaldas con volados estilo hippie chic y los vestidos largos destinados para las grandes ocasiones. Hasta el little black dress ha sido totalmente seducido por el terciopelo y se luce con mangas 3/4 o largas, escote cuadrado o con un solo hombro.
En materia de colores, no hay duda de que los oscuros, con el negro en primer lugar, son los que mejor alianza han hecho con la textura del momento. Sin embargo, de a poco van apareciendo prendas en colores más vibrantes como rojo, amarillo, verde, violeta e inclusive turquesa.
Los terciopelos estampados son también de la partida, aunque tienen más limitaciones, porque exigen mayor ingenio a la hora de combinar. Valen desde flores a búlgaros o geométricos para maxivestidos, tapados con lazo, chaquetas y faldas.
Parece que el 2013 se ha rendido totalmente al terciopelo.
Para el día y la noche. Para Laurencio Adot, el terciopelo es el género con más personalidad del invierno y uno de los más nobles. Para el día sugiere como equipo fetiche una campera de jean con un broche grande, una remera o blusa larga de color con algún collar y unas calzas ajustadas de terciopelo para marcar las piernas. Para el cóctel, cambiar de accesorios, y para la noche, un vestido griego con blazer y mangas arremangadas. “Los brillos son el toque principal para combinar el terciopelo”, dice el designer.
Sobre los colores y la edad. Para Adot los mejores colores para que se luzca el terciopelo son el azul noche, el azul Francia, los verdes, el bordó, el zafiro y el infaltable negro combinado con brillos. En cuanto a la relación entre esta textura y la edad, el famoso diseñador sugiere para las más jóvenes botinetas combinadas con calzas ajustadas con elástico en cintura, polleras largas o cortas, chupines y blazers. “Nunca pantalones porque son más rígidos y calurosos”, aconseja. Para las mujeres mayores de 30 años, Adot propone un equipo de pollera lapiz y camisa de seda, joyeria y zapatos. Mientras que para las mujeres mayores de 50, son ideales “las polleras largas, los pantalones rectos y angostos, los blaizers, mucho accesorio como bronches dorados y carteras grandes”, finaliza.
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Basta que diseñadores como Frida Giannini, la responsable de la marca Gucci, o los Dolce & Gabbana bajen línea sobre lo que se usa en cada temporada para que el resto del planeta fashion empiece a jugar con todas las posibilidades que ofrece la consigna del momento. Esta vez se trata del terciopelo, una textura elegante y sofisticada que, al igual que lo que sucedió con el brillo, se impone para lucirse en cualquier momento del día sin el más mínimo prejuicio.
Podría decirse que además de ser parte del tan de moda barroco, el hit en terciopelo este año es el traje: blazer y pantalón pata de elefante. Pero también son parte del top ten las chaquetas entalladas y cortas que se usan tanto con un jean como con una falda lápiz; los shorts combinados con una blusa de encaje o una remera con inscripciones (para las más jóvenes, claro); las maxifaldas con volados estilo hippie chic y los vestidos largos destinados para las grandes ocasiones. Hasta el little black dress ha sido totalmente seducido por el terciopelo y se luce con mangas 3/4 o largas, escote cuadrado o con un solo hombro.
En materia de colores, no hay duda de que los oscuros, con el negro en primer lugar, son los que mejor alianza han hecho con la textura del momento. Sin embargo, de a poco van apareciendo prendas en colores más vibrantes como rojo, amarillo, verde, violeta e inclusive turquesa.
Los terciopelos estampados son también de la partida, aunque tienen más limitaciones, porque exigen mayor ingenio a la hora de combinar. Valen desde flores a búlgaros o geométricos para maxivestidos, tapados con lazo, chaquetas y faldas.
Parece que el 2013 se ha rendido totalmente al terciopelo.
Para el día y la noche. Para Laurencio Adot, el terciopelo es el género con más personalidad del invierno y uno de los más nobles. Para el día sugiere como equipo fetiche una campera de jean con un broche grande, una remera o blusa larga de color con algún collar y unas calzas ajustadas de terciopelo para marcar las piernas. Para el cóctel, cambiar de accesorios, y para la noche, un vestido griego con blazer y mangas arremangadas. “Los brillos son el toque principal para combinar el terciopelo”, dice el designer.
Sobre los colores y la edad. Para Adot los mejores colores para que se luzca el terciopelo son el azul noche, el azul Francia, los verdes, el bordó, el zafiro y el infaltable negro combinado con brillos. En cuanto a la relación entre esta textura y la edad, el famoso diseñador sugiere para las más jóvenes botinetas combinadas con calzas ajustadas con elástico en cintura, polleras largas o cortas, chupines y blazers. “Nunca pantalones porque son más rígidos y calurosos”, aconseja. Para las mujeres mayores de 30 años, Adot propone un equipo de pollera lapiz y camisa de seda, joyeria y zapatos. Mientras que para las mujeres mayores de 50, son ideales “las polleras largas, los pantalones rectos y angostos, los blaizers, mucho accesorio como bronches dorados y carteras grandes”, finaliza.
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