Es el Defensor del Pueblo de Jujuy y realizaron desde esa institución un informe sobre el consumo de alcohol en niños y adolescentes con cifras que ponen en la mira a la familia y a organismos del Estado para trabajar en la prevención.
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Es el Defensor del Pueblo de Jujuy y realizaron desde esa institución un informe sobre el consumo de alcohol en niños y adolescentes con cifras que ponen en la mira a la familia y a organismos del Estado para trabajar en la prevención.
- El informe tiene una estadística muy importante y hace hincapie en el inicio del consumo de bebidas alcohólicas en menores de 13 años en Jujuy. ¿Qué evaluación realizan con estos datos?
- En función de la cantidad de quejas y denuncias que son numerosas en esta institución, siempre digo que es un hospital social donde todo tipo de enfermedades sociales llegan, este informe nos permite tener una radiografía de la situación social de la provincia. Queremos hacer un aporte para colaborar en la construcción de una sociedad mejor. Cuando veíamos las consultas que llegaban referentes a violencia de género, violencia laboral, problemas conyugales o de salud siempre veíamos un vínculo en estas problemáticas. Más cuando las mujeres planteaban qué hacer con el hijo menor de edad de 13 años que era golpeador. Esto fue una luz de alerta y nos propusimos investigar. Tuvimos la posibilidad de contar con el área psicosocial que tenemos y en tres años se realizó este trabajo. La investigación sola llevó más de un año con un trabajo de campo buscando datos. Logramos hacer 6.900 encuestas en la provincia y después fue ver la relevancia del trabajo obtenido y la única referencia fue el muestreo del Indec y empezamos a comparar las cifras. En grupos etéreos de 13 a 16 años el Indec da un 31 % y nosotros relevamos un 41 %. Es el grupo que más no interesaba en los adolescentes de 13 a 16 y el segundo de 17 a 20 años, en el último de 21 a 24 no profundizamos la investigación.
- El consumo de bebidas alcohólicas, es una enfermedad social aceptada y naturalizada en Jujuy…
- Se acepta socialmente. Lo nuestro es un muestreo, queríamos tener una tendencia que colabore a la toma de decisiones a los organismos competentes provinciales, municipales, nacionales para analizar políticas públicas. El dato que en la provincia bebe el 63,30 % de 13 a 24 años, es el resultado que obtuvimos y que el 36% no consume, es una forma general. Encontramos hallazgos graves que alertan y preocupan. En la zona que más se bebe es en la zona del Ramal un73 %, la Puna 51,50 %, la Quebrada 50,20 % y Valles 48,60 %.
-¿El informe será acompañado por alguna resolución para encontrar eco en los organismos del estado?
- Vamos a sacar la resolución y notificar a organismos competentes, donde vamos a hacer ciertas recomendaciones no sólo sobre nuestro diagnóstico, sino que es una tendencia. Vamos a hacer la propuesta de un programa de prevención que es “Hablemos de alcohol con los adolecentes” porque hay que hablar del tema para debatir y discutir. Así como se bombardea la publicidad a favor del uso del alcohol tenemos que encontrar equilibrar lo mal que hace el abuso. Porque también tenemos que decir que son drogas legales: el alcohol, el cigarrillo, que son la puerta de las drogas ilegales como cocaína, paco, marihuana y otras sustancias. Entonces si comenzamos a ver el tema para discutir para buscar instrumentos legales provinciales, municipales que se instalen para que instruyan a aquellos que venden bebidas alcohólicas conociendo los daños a la salud y la prohibición a los adolescentes. Otro hallazgo es que el 78% de adolescentes sabe de la restricción de venta de bebidas, pero no respeta porque hay un mayor que tampoco cumple la norma. Hay que hacer un trabajo de concientización fuerte en comercios, empresarios de boliches, es un llamado de atención.
-El código contravencional vigente tiene una clausula de detener a personas alcoholizadas ¿Trabajaron en esto?
-En ese tema en el 2004, la resolución 043 hablaba de esa situación del alcoholismo en adolescentes que eran detenidos por estar embriagados encerrados con mayores con otro prontuario. Y un chico de 13 años estaba expuesto a una situación violenta. Es decir hace 10 años ya hablamos de este problema y volvemos a decir es un problema en Jujuy, que mas allá que no queremos cambiar nuestra cultura, lo importante es que se tome conciencia que hay edades que no se pueden alterar es decir a los menores de edad un coma etílico según profesionales consultados no se recuperan fácilmente. En cambio un adulto tiene otra reacción orgánica. Esto es una enfermedad y los datos que conseguimos son numerosos.
