- Estos cursos de meditación y yoga, ¿cómo se implementarán en la cárcel de Jujuy?
inicia sesión o regístrate.
- Estos cursos de meditación y yoga, ¿cómo se implementarán en la cárcel de Jujuy?
-Venimos realizando hace diez años en todas las cárceles del país estos cursos, y de a poco nos vamos expandiendo a las provincias. Tuvimos una reunión con el jefe del Servicio Penitenciario de Jujuy, quien nos autorizó para comenzar con los primeros cursos. Empezaremos a trabajar en este mes y el primer curso completo será en enero. La idea es iniciar y continuar con este trabajo, lo que siempre hacemos es dar continuidad a los cursos. Además que la gente que pertenece a la Fundación se comprometa para poder seguir el trabajo nuestro todas las semanas.
-¿Cuál es el objetivo que proponen alcanzar?
-Lo que conseguimos en las cárceles del país donde estuvimos es la baja absoluta de la violencia. No podemos trabajar en todas las cárceles porque no tenemos la suficiente cantidad de instructores para hacerlo, sobre todo por la continuidad que exigen los cursos. Pero si tenemos experiencia en algunas cárceles de la provincia de Buenos Aires, donde más trabajamos. Tenemos pabellones para la gente que pertenece a la Fundación El Arte de Vivir, y allí desde que comenzamos hasta la fecha no tuvimos situaciones de violencia, ni de droga.
-¿Sobre qué ejes metodológicos se manejan para empezar a trabajar en estos espacios?
-Lo que hablamos adentro de la cárcel es lo mismo que planteamos a particulares que pueden escuchar en la fundación, es decir es el curso básico. En la cárcel se dicta cinco días tres horas diarias, y luego de ello tienen acceso a los demás cursos. Hay cursos solo de yoga, meditación y hasta los mismos cursos avanzados para la gente en general y tenemos la posibilidad de darlos en la cárcel cuatro días de silencio y meditación, se trabaja el día completo desde las 6 de la mañana hasta las 22.
-¿Está metodología interfiere en el sistema carcelario?
- Cuando damos estos cursos especiales, sí rompemos los esquemas porque tienen que habilitarnos espacios adecuados y horarios. Pero son excepcionales. De hecho vamos a comenzar en enero ya que está de feria la justicia, las escuelas y otras actividades extras para los internos, de manera que se posibilite entregar el curso completo.
- ¿En estas capacitaciones es notable el número de personas con un grado de violencia importante, o adictas…?
-En general pido trabajar con los detenidos más peligrosos o la gente que más problemas tiene. En el penal de Jujuy tuvimos un muestreo y les propuse seguir con esto y la mayor parte dijo estar de acuerdo. Por eso proponemos seguir y trabajar sobre este grupo de personas.
-Es un desafío inclusivo en un espacio social complejo…
-Son los servicios sociales que presta la Fundación, que es abierta a todos y para el Estado nacional tiene costo cero. Es decir toda la gente que se mueve alrededor de la Fundación es voluntaria. Y sobre todo apostamos a bajar la violencia en la cárcel.
- ¿Tiene casos de personas que recuperaron su libertad y continúan en la Fundación?
-Si, no es gran cantidad de gente que salió, ya que trabajamos en pabellones de máxima seguridad y el largo de la condena es importante. Por ello no tenemos muchas experiencias, pero uno que salió después de purgar 15 años, hoy es instructor. También hay un grupo de 25 o 30 que siguen las prácticas y se han incorporado, con la diferencia que los que son de esos espacios están becados para todos los cursos. También ofrecimos la beca al personal jerárquico del Servicio Penitenciario de Jujuy para que acceda a tomar el curso, que para nosotros es importante porque pueden conocer lo que hacemos y podemos brindar y sobre todo pueden colaborar, es decir mientras podamos expandir los conocimientos de los cursos es mucho mejor. Después de varios años el personal del Servicio cuando observa los resultados, que baja la violencia, que el trabajo es más fácil, recién entramos a un dialogo diferente. Pero sino no, porque al comienzo les causamos más problemas que beneficios