Dubai (AFP-NA) - El técnico argentino Humberto Grondona vivirá una día muy especial cuando su equipo choque por las semis del Mundial Sub-17 con México, selección que dirigió en Finlandia-2003 y quedó eliminada en cuartos contra la Albiceleste, en el único antecedente entre ambos en la categoría.
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Dubai (AFP-NA) - El técnico argentino Humberto Grondona vivirá una día muy especial cuando su equipo choque por las semis del Mundial Sub-17 con México, selección que dirigió en Finlandia-2003 y quedó eliminada en cuartos contra la Albiceleste, en el único antecedente entre ambos en la categoría.
A pesar de que muchos entrenadores hubieran optado por evitar ser el eje de las miradas en un duelo tan importante, por su pasado Tri, en el que se cruzará con muchos excompañeros y amigos, Grondona prefería a México antes que a Brasil, que quedó eliminado con el defensor del título por penales en cuartos.
"Festejamos mucho la salida de Brasil. Haber tenido que jugar con ellos era muy incómodo. Por suerte, un obstáculo menos", afirmó Humbertito en declaraciones radiales para su país, sabiendo de los condimentos extrafutbolísticos que generan chocar con el archirrival sudamericano.
El martes en Abu Dabi, el hijo del presidente de la Federación argentina saldrá al campo con sentimientos encontrados, pero con la firme idea de llegar a la final para regalarle a su padre el único título que falta en las vitrinas de la AFA.
"Siento algo muy especial por México, un afecto grande por haber trabajado allí tanto tiempo", aseguró Grondona en su rueda de prensa, tras sellar el boleto a semifinales con la victoria 2-1 ante el monarca africano Costa de Marfil.
"De México hablaré el día previo al partido (lunes), en conferencia de prensa. Pero no hay que olvidarse que es el último campeón. Tiene grandes jugadores y gran cuerpo técnico", añadió.
México se consolidó como potencia juvenil tras la partida de Humbertito, que abandonó el proyecto de fuerzas básicas en la Federación mexicana tras el fracaso en las eliminatorias del Sub-20 hacia el Mundial de Holanda-2005, aquel que lanzó al estrellato a la Pulga Leo Messi en su primer gran conquista.
"Fue mi único fracaso en el fútbol como entrenador", repite Grondona cada vez que le consultan sobre una evaluación de su carrera.
En aquella etapa de amor a la mexicana, el primer golpe se lo dio la propia Albiceleste, en el Mundial Sub-17 de Finlandia-2003, cuando los sudamericanos se impusieron en cuartos de final 2-0, con goles de Neri Cardozo y Hernán Peirone, para luego perder en semifinales contra la España de Cesc Fábregas.
El Tri Sub-17 logró su primer cetro mundial dos años más tarde, en Perú-2005 y seis años más tarde replicó de la mano del Potro Raúl Gutiérrez en su tierra.
Con esos antecedentes se plantea el partido del martes en la capital de Emiratos Árabes Unidos, añadiéndose que en Sub-20 los argentinos también dominan (2-1).
"Estamos listos hasta para lo más difícil que se nos puede presentar", avisa Humbertito, que por sus buenos resultados con los más chiquitos (campeón sudamericano este año) le ampliaron responsabilidades de conducción a la categoría Sub-20, seis veces ganadora del cetro mundial (récord).
Pero Grondona quiere llegar allí con todos los laureles, haciendo más grande a la Sub-17, que hasta este torneo había llegado cuatro veces a semis y fue tres veces bronce (Italia-1991, Ecuador-1995 y Finlandia-2003), pero nunca pudo convertirse en finalista. ¿Podrá Humbertito contra su pasado?
Al menos sabe que Argentina parece tenerle tomada la medida a los mexicanos: en las últimas dos Copas del Mundo absolutas, los despidieron en octavos de final (Alemania-2006 y Sudáfrica-2010), aunque ahora es cosa de chicos y no de grandes.