Vecinos del barrio Cuyaya solicitaron la interrupción momentánea de las obras que se ejecutan en la calle José de la Iglesia al 2000. En ese marco promovieron un replanteo de las modificaciones que se quieren realizar en el distribuidor de tránsito del sector.
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Vecinos del barrio Cuyaya solicitaron la interrupción momentánea de las obras que se ejecutan en la calle José de la Iglesia al 2000. En ese marco promovieron un replanteo de las modificaciones que se quieren realizar en el distribuidor de tránsito del sector.
Tras indicar que personal municipal comenzó hace algunos días a modificar el trazado de las platabandas, estimaron que las obras no tienen razón de ser por cuanto "el sistema actual permite una muy buena circulación" de los vehículos que "se desplazan desde el centro hacia la autopista, tanto si se dirige en sentido sur o norte, siendo el mejor acceso a la ciudad en ambos sentidos".
En una nota dirigida al secretario de Obras Públicas, Aldo Montiel, informaron al funcionario que "el tránsito de camiones, colectivos, automóviles y otros no sufre de embotellamientos de ningún tipo ni en ninguna hora, salvo en situaciones extremas, pero en general son consecuencias de eventos o anomalías siniestrales, por ejemplo, fiesta de los estudiantes, accidentes en autopistas, por citar algunos".
Aseguraron entonces que "el sistema actual permite el ingreso sin problemas a los garajes particulares, talleres ubicados sobre José de la Iglesia y contar con estacionamiento sobre calzada de vehículos particulares y camiones de reparto que concurren a los negocios, consultorios ubicados en dicha calle".
Tras estas consideraciones pusieron de relieve que como ciudadanos contribuyentes necesitan poder circular, estacionar y desplazarse "sin padecer atropellos, atascos y colisiones, lo cual es la función primordial de un organizador de tránsito".
"Como vecinos conocemos perfectamente la necesidad de establecer sistemas retardadores sobre Hipólito Irigoyen y también sobre esquina José de la Iglesia y Vélez Sarsfield para asegurar el cruce sin riesgo para el tránsito peatonal", enfatizaron. Y en ese sentido sostuvieron que como conductores y peatones saben que las obras en ejecución no solucionarán la problemática planteada, advirtiendo la inconveniencia de seguir adelante con esta "inadecuada estrategia de reducir las vías de circulación y volver tortuoso y dificultoso el recorrido al diseñar curvas cerradas o de difícil ingreso".
Consideraron imperativo que se los tenga en cuenta como "voceros válidos (al ser contribuyentes y usuarios diarios con desplazamiento peatonal y vehicular) para señalar que las modificaciones que se quieren implementar (que están indicadas in situ con gráficos blancos y amarillos sobre el pavimento) solo nos traerán complicaciones cotidianas en desmedro de nuestra calidad de vida".
En declaraciones a El Tribuno de Jujuy aclararon que con su justo reclamo no aspiraban a obstaculizar "la necesaria modificación del trazado actual" del sistema de distribución de tránsito, sino, por el contrario, anhelaban "calles y acceso bien asfaltados y debidamente señalizados con sistemas refractarios para circular peatonalmente y en vehículos como corresponde a ciudadanos contribuyentes".