PALPALÁ (Corresponsal) Con una multitudinaria convocatoria de pesebres locales se desarrolló el Encuentro de pesebres en la ciudad. Sobre la calle Monteagudo, frente a la iglesia Espíritu Santo se congregaron los niños adoradores de la ciudad desde las 16 hasta la medianoche.
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PALPALÁ (Corresponsal) Con una multitudinaria convocatoria de pesebres locales se desarrolló el Encuentro de pesebres en la ciudad. Sobre la calle Monteagudo, frente a la iglesia Espíritu Santo se congregaron los niños adoradores de la ciudad desde las 16 hasta la medianoche.
La organización del encuentro logró una importante convocatoria de cumplen una presencia tradicional cada año y muchos nuevos grupos que llegaron al son de las bandas de músicos entre los cuales sumaron adolescentes y niños aficionados a la música y motivados por la devoción y una tradición que se remonta a varias generaciones.
Participaron el pesebre de “Jesús Peregrino “ Alto Palpalá, “Niñito Salvador” de Alto Palpalá, “Niñito Salvador” del barrio San José, “Estrellita de Belén” del barrio 25 de Mayo, “Ángeles de Belén” del barrio Las Tipas, “Jesús de Nazareth” del barrio La Merced, “Portal de Belén” del barrio La Merced, “Un niñito llamado Jesús” del barrio San José, “Pastorcito de Belén” del barrio Santa Barbara, “Niñito de Belén” del barrio Antártida Argentina, “Rayito de Luz” del barrio Antártida Argentina, “Ángel de la Guarda” del barrio 18 de Noviembre, “Niño Emanuel” del barrio Alto Palpalá, “Pastorcito de Belén” del barrio General Güemes, “Rey Celestial” del barrio Ejército Argentino, “Cristo Redentor” del barrio General Savio, “Angelito de Belén, “Lagrimita de Jesús” del barrio Antártida Argentina, entre otros grupos de niños adoradores que se presentaron y participaron con sus familiares colmando la calle frente a la iglesia Espíritu Santo brindando su devoción en un encuentro convocante que duró hasta la media noche.
El padre Juan Carlos Cerin y colaboradores de grupos destacaron la dedicación de los grupos para una muestra de amor que cada diciembre inicia el peregrinar de los pesebres en los barrios visitando a los diferentes grupos, llevando su danza, música y vocación de los niños adoradores.
Con cada presentación los representantes de cada pesebre recibió un certificado, distinguiendo una labor que llena de alegría las calles de la ciudad cuando llegan a un barrio de visita.