Con las vacaciones invernales muchos de los estudiantes en Jujuy se preparan para vivir un tiempo de calidad, con diferentes actividades y propuestas para realizar con sus familias o amigos.
inicia sesión o regístrate.
Con las vacaciones invernales muchos de los estudiantes en Jujuy se preparan para vivir un tiempo de calidad, con diferentes actividades y propuestas para realizar con sus familias o amigos.
Viajar a lugares turísticos, conocer personas en ámbitos nuevos como los artísticos, deportivos o establecer conexiones activando las redes sociales; son algunas de las propuestas que prevalecen en esta temporada que se inició con la mejor expectativa.
No obstante, para Fernando Agustín Cachizumba este momento es muy especial. Y es que a sus dieciséis años de edad, él mira la vida desde una perspectiva distinta; más seria, aplicando la responsabilidad en un trabajo que efectúa tres horas y media al día.
Sin olvidar su presente como alumno de la Escuela Municipal 1 "Maestra Marina Vilte", este joven jujeño se muestra feliz al aprovechar el tiempo libre de sus vacaciones impulsado por la cultura del trabajo que renace con fuerza desde que despierta.
"Trabajar me encanta en estas vacaciones, porque no descuido mis estudios y siento que es algo que me da muchas satisfacciones. Lo vivo como una forma de ganarme la vida y aprendo que todo cuesta", aseguró.
Es que su dedicación es notable para con esta acción, ya que es parte del proceso de elaboración y armado de empanadas de carne, de pollo y de tamales; que logra vender después.
A este enfoque de invertir de manera útil su tiempo, supo abrazarlo desde que era un niño de doce años, momento en el que quiso tener un gatito en casa y a su cargo; pero se había dado cuenta que el gasto generado por su cuidado, era superior a lo que creía. Y que a sus padres se les dificultaba afrontar.
"Mis papás me dijeron que los animalitos eran como un compromiso que yo debería asumir para criar, ver por su alimento y demás. Entonces, en ese momento pensé en cómo generar un ingreso para cuidar y que esté bien", recordó acerca de Negó, su gatito.
Es así que desde que se prometió a sí mismo velar por la criatura felina Negó, logró comenzar a ocuparse en una actividad adicional como ayudante de una comerciante de verduras.
Y, así de esta manera, descubrir que el verdadero valor del dinero es el que es ganado como fruto del esfuerzo. Todo sin descuidar sus estudios.
"Nunca dejé atrás mis estudios porque me encanta ir al colegio. El trabajo lo aprendí de mis padres, ahora mi labor es ayudar en ciertos pasos de la comida y después salir a vender en un carro, todo con precios accesibles y calentito, para que puedan comprar", destacó.
"Cuando termino mi venta, dejo el carro guardando. En estos días, es una linda rutina", dijo quien a medida que iba creciendo, notaba más la valía de tener un empleo para subsistir.
"Me gusta contar con mi propia plata para generar menos gastos, tanto en mi casa como para mis padres. Ellos no me obligan a trabajar, ni nada por el estilo. Yo trabajo porque me gusta, porque para mí es algo muy productivo ya que ayuda. Prefiero estar mil veces aquí trabajando toda la mañana, que estar en mi casa echado o con el celular", explicó; quien se ocupa en vacaciones de efectuar la tarea todos los días. "El resto del año, trabajo sólo los fines de semana", afirmó.
Desde salita de tres años que asiste a la Escuela Municipal 1 "Maestra Marina Vilte". Hoy ya en cuarto año "A", asegura que le va bien en el colegio, estudia y cumple con las tareas. En sus días, también tiene su lugar el entretenimiento; ya que practica vóley en la escuela social y deportiva "Los amigos del vóley" y baila saya en el ballet folclórico "Inti Wara"; que se luce en los corsos.
"No descuido mis estudios y trato de ganar mi plata para generar mi propio ingreso yo mismo y de esa manera, poder comprar cosas que yo sé que tardan en llegar, pero con una ayuda que les dé, ya me siento mejor", aseguró.
"Comencé con la idea de colaborar en mi casa y para mis animalitos. Me dediqué sólo al estudio y ahora estudio y trabajo; aquí con el canasto en el carro. Ya me conocen y siempre viene gente, lo bueno es que se llena", expresó el joven que apuesta a la práctica noble para realizarse en este tiempo.
Es que tener la convicción de poder realizar lo que más le agrada y hacerlo; es lo que impulsa a Cachizumba a seguir creciendo, desde un lugarcito sobre la avenida El Éxodo y Dorrego, en un espacio -que considera- para su crecimiento personal, al desempeñar una ocupación con honestidad.