La fría mañana de domingo se vistió ayer de color al son de la algarabía propia de los ritmos andinos. Cerca de medio centenar de referentes de la colectividad boliviana bailaron alrededor de la plaza Belgrano en honor del Señor Jesús del Gran Poder.
inicia sesión o regístrate.
La fría mañana de domingo se vistió ayer de color al son de la algarabía propia de los ritmos andinos. Cerca de medio centenar de referentes de la colectividad boliviana bailaron alrededor de la plaza Belgrano en honor del Señor Jesús del Gran Poder.
Según comentaron a este diario los promesantes, el Señor del Gran Poder proviene de la creencia de que Dios es amor y que el amor genera un poder que derriba todos los obstáculos. Mencionaron además que el origen de la devoción se remonta al 8 de diciembre de 1663 cuando se funda el convento de las Madres Concepcionistas en la ciudad boliviana de La Paz.
Apuntaron que la festividad tiene lugar el día de la Santísima Trinidad en La Paz y que desde 2019 está en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (Unesco). Durante el desfile los participantes se comprometen a bailar durante tres años consecutivos para que sus deseos se hagan realidad. La promesa incluye una ceremonia a la Pachamama donde se quema un conjunto de objetos de azúcar como ofrenda.
Como no hubo inspectores de tránsito ni efectivos policiales ordenando la circulación, numerosos automovilistas debieron soportar largas esperas por el corte intermitente de las calles circundantes al espacio público. El asunto tranquilamente pudo haberse zanjado si los feligreses hubieran bailado dentro de los límites de la plaza o, de última, ocupando solo media calzada de manera de no afectar la circulación de personas y automovilistas. En definitiva, se trata de una cuestión de sentido común y respeto a las normas de convivencia.