Ayer fue el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y Tráfico Ilícito de Drogas, y algunas organizaciones que trabajan en contención y rehabilitación de personas con consumos problemáticos compartieron su experiencia. Fue en una jornada realizada en el Centro Cultural "Manuel Belgrano", organizada por la Dirección General de Narcotráfico y la Agencia Provincial de Delitos Complejos.
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Ayer fue el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y Tráfico Ilícito de Drogas, y algunas organizaciones que trabajan en contención y rehabilitación de personas con consumos problemáticos compartieron su experiencia. Fue en una jornada realizada en el Centro Cultural "Manuel Belgrano", organizada por la Dirección General de Narcotráfico y la Agencia Provincial de Delitos Complejos.
Durante varias horas en el predio, varias instituciones presentaron sus stands y actividades para concientizar y ofrecer información sobre la problemática del consumo de sustancias y las formas de contención y rehabilitación.
Uno de los testimonios destacados fue el de la Comunidad Terapéutica del Servicio Penitenciario de Jujuy, que se presentó como la única en el país en contexto de encierro que realiza tratamientos especializados para personas con problemas de adicciones. Carina Solano, psicóloga y jefa del Departamento de Adicciones de esa comunidad, explicó que llevan siete años trabajando en un pabellón exclusivo para varones en la Unidad 7 de Alto Comedero, dentro del complejo penitenciario. Allí, un equipo interdisciplinario conformado por psicólogos, trabajadores sociales, operadores, talleristas y profesores, brinda atención integral a los internos.
Actualmente, en la comunidad terapéutica hay 17 internos alojados, quienes participan en talleres recreativos como fútbol, vóley y básquet, además de talleres laborales como carpintería. También cuentan con un programa radial llamado "Nunca es tarde para soñar", que se emite los sábados a las 13, donde los propios internos cuentan sus historias de recuperación y esperanza.
También les brindan enseñanza primaria y secundaria, y articulan con la Escuela de Formación Profesional N° 2. Además, realizan terapias individuales, grupales e involucran a las familias de los internos. Desde 2018 hasta 2024, 33 personas lograron completar su proceso terapéutico y obtener su libertad, de las cuales solo dos volvieron a recaer, lo que refleja la efectividad del tratamiento.
Solano destacó que hacen un abordaje integral, con un enfoque normativo, terapéutico y educativo, y buscan que los internos asuman la responsabilidad de sus actos, condena y vida en general. "Nuestro objetivo es que puedan reintegrarse a la sociedad y aportar positivamente, dejando atrás el motivo por el cual estuvieron privados de su libertad", afirmó.
También cuentan con seguimiento médico. La mayoría de los internos son jóvenes entre 18 y 35 años, en su mayoría procesados o penados, que atraviesan un consumo problemático de sustancias psicoactivas, principalmente pasta base de cocaína, aunque también marihuana. La pasta base, por su bajo costo y alta toxicidad, es la sustancia más consumida y genera daños físicos y psíquicos rápidos y severos.
Solano explicó que en el contexto penitenciario, Jujuy es pionera en contar con una comunidad terapéutica para internos, ya que en todo el país no existen muchas experiencias similares en cárceles. Actualmente, hay dos comunidades terapéuticas en el complejo penitenciario de Alto Comedero, una para varones, con capacidad para 26 personas en el establecimiento N° 7, y otra para mujeres, en la Unidad N° 3.
Otra de las experiencias destacadas fue la de la Asociación "Por una vida sin adicciones", un grupo voluntario integrado por familiares de personas con consumos problemáticos. Desde hace más de cinco años trabajan en el barrio Tupac Amaru de Alto Comedero, en la dirección AP28, lote 10, sexta etapa. Allí, todos los miércoles a las 17.30 ofrecen merienda en la copa de leche y luego tienen actividades espirituales y charlas de contención familiar.
Pamela Flores, referente del grupo, explicó que asisten más de 50 personas entre familiares y personas afectadas por el consumo. "Nuestro trabajo es acompañar, sobre todo a las familias. Muchas veces llegan sin saber cómo actuar, con miedo o frustración. Lo que hacemos es contenernos entre todos y ayudarnos a recuperar fuerzas", explicó.
También expresó su preocupación por el aumento del consumo en edades cada vez más tempranas: "Vemos chicos de apenas 7 años consumiendo en la zona. Falta información y recursos". En ese sentido, reclamó que se declare una ley de emergencia en adicciones en la provincia, ya que el único centro de rehabilitación abierto no da abasto.
Flores remarcó la importancia de que el Estado brinde apoyo terapéutico a las familias. "Nosotros pedimos que haya espacios grupales para familiares en centros como el Dispositivo Territorial Comunitario (DTC). Hoy solo nos tenemos entre nosotros", afirmó y dejó su número de contacto para quienes necesiten ayuda, 3885 706952.
Buscan crear conciencia
La Dirección General de Narcotráfico y la Agencia Provincial de Delitos Complejos organizó la jornada en el Centro Cultural “Manuel Belgrano” bajo el nombre de “Levantemos el telón y hablemos de consumos”. La exposición incluyó stands informativos, talleres de prevención, charlas educativas, presentaciones culturales y espacios de intercambio institucional.
El objetivo fue generar conciencia sobre los riesgos del consumo de sustancias y fomentar la prevención desde edades tempranas. Desde esa Dirección de Narcotráfico Gabriela Cuellar, acompañada por Belinda Mamani, explicó que se buscó acercar el trabajo de la Policía a la comunidad. “Queremos concientizar y que los establecimientos educativos conozcan el servicio que brindamos. La prevención debe comenzar desde las primeras infancias, por eso trabajamos en escuelas primarias, secundarias y también con las familias”, dijo. Además, destacó la importancia de involucrar a padres y docentes en el abordaje del consumo problemático.
“En los talleres trabajamos para fortalecer los valores y el manejo emocional en los más chicos. Se han registrado casos de inicio de consumo a edades tan tempranas como los 8 años, lo que nos lleva a redoblar los esfuerzos en prevención”, agregó. Por su parte, desde la Agencia de Delitos Complejos se informó sobre los canales disponibles para realizar denuncias anónimas y confidenciales, tanto vinculadas al narcomenudeo como a ciberdelitos. “Contamos con herramientas como códigos QR, páginas web del Ministerio de Seguridad y buzones de denuncias. La participación de la sociedad es clave para el éxito de las investigaciones”, explicaron.
“Madres con esperanza”
También participó el grupo “Madres con Esperanza” del movimiento Unidos por la Salud, encabezado por Susana Cardozo, quien creó el espacio a partir de su propia experiencia como madre de un joven con adicciones. Las reuniones se realizan los viernes a las 18 en calle Alberro de Alberdi. Buscan compartir vivencias, dar contención y orientación. Su contacto es 3884 143027.