La Asociación Civil Cuidando Infancias lanza una nueva propuesta para personas mayores de 25 años denominada "En búsqueda de un sustento". El programa está orientado a quienes ya producen y venden algún producto, especialmente gastronómico, y desean mejorar su comercialización, así como a quienes quieren comenzar desde cero con un emprendimiento para generar ingresos propios.
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La Asociación Civil Cuidando Infancias lanza una nueva propuesta para personas mayores de 25 años denominada "En búsqueda de un sustento". El programa está orientado a quienes ya producen y venden algún producto, especialmente gastronómico, y desean mejorar su comercialización, así como a quienes quieren comenzar desde cero con un emprendimiento para generar ingresos propios.
"Este nuevo servicio se suma a las tareas que ya realizamos desde el refugio. Está dirigido a mayores de 25 años, hombres o mujeres, que necesiten iniciar o fortalecer su actividad económica", explicó Cecilia Laserre, referente de la organización. La convocatoria está abierta hasta el 25 de mayo y la capacitación se desarrollará durante cuatro o cinco encuentros iniciales. Luego, cada participante recibirá acompañamiento personalizado durante un año, según sus avances.
El programa contempla capacitaciones presenciales y virtuales sobre aspectos clave del desarrollo emprendedor desde la elaboración de productos gastronómicos hasta la formalización de los emprendimientos, incluyendo la apertura de cuentas bancarias, cobros digitales y habilitaciones sanitarias. "Vamos a acompañarlos en todos los pasos necesarios para que puedan realizar ventas legales, seguras y sostenibles", afirmó Laserre.
Uno de los aspectos diferenciales de la propuesta es la posibilidad de que las personas que asistan puedan llevar a sus hijos menores de 13 años. Durante los encuentros, los niños recibirán una colación y participarán de actividades recreativas a cargo del equipo de la Asociación, mientras sus madres o padres se capacitan.
Se trata de una iniciativa que complementa la labor que la Asociación viene realizando con el refugio para familias. "Esto porque hay muchas mujeres que vienen y que después se tienen que volver con el victimario porque indiscutiblemente no tienen cómo sostenerse. Y también hay muchas mujeres que están al lado recibiendo violencia y sin decirlo porque no tienen cómo sostenerse", explicó Laserre.
La propuesta también implica la conformación de un grupo reducido de participantes sin experiencia previa, con quienes se trabajará para desarrollar productos gastronómicos de calidad que puedan vender en sus barrios. Explicó que para capacitarlos, la asociación cuenta con un equipo de profesionales del rubro, incluidas dos contadoras que les enseñarán las herramientas necesarias, desde calcular costos, fijar precios y organizarse para que su trabajo les deje una ganancia real, que les permita crecer económicamente.
Para inscribirse en el programa "En búsqueda de un sustento", se debe enviar un mensaje vía Whatsapp al número 388 477 3592 antes del 25 de mayo.
Llevan 15 años de labor
Durante quince años el Refugio “Un lugar de Esperanza” se adaptó a las diversas necesidades sociales. Inicialmente atendían casos de mujeres víctimas de violencia de género que requerían alojamiento por pocos días; luego comenzaron a recibir también a niños del interior que venían a declarar a la Cámara Gesell, familiares de víctimas de femicidio y más recientemente aborda casos de personas expulsadas de sus hogares por conflictos familiares. “Hemos tenido que extender las estadías de tres días a uno o dos meses para que las personas puedan estabilizarse y buscar un trabajo. Sin ingresos propios, muchas mujeres deben volver con su agresor por no tener otra opción, y otras sufren violencia silenciosa porque no tienen cómo sostenerse”, explicó Laserre sobre la labor del refugio. Otros son los casos en los que un adolescente no es sostenido por su grupo familiar.
Entonces, desde la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia los envían con una cuidadora, por lo que recordó que siempre han tenido que tener una mujer mayor de 18 que se haga responsable de poner una firma y expresar que están “por propia voluntad”. También hay personas mayores derivadas por la Dirección de Adultos Mayores que necesitan alojamiento temporario tras ser expulsadas de sus hogares. Muchas veces, luego de días de contención si se logra recomponer esas relaciones familiares vuelven a su hogar, sino el organismo los ubica en algún geriátrico u otro espacio alternativo. Laserre detalló que el refugio se mantiene exclusivamente con donaciones y aportes de socios. “Contamos con personas que colaboran con una cuota mensual mínima de 4.000 pesos.
Con ese dinero garantizamos desayuno y merienda todos los días para quienes están en el refugio. Para el almuerzo, contamos con insumos básicos como arroz, fideos, polenta y queso. La carne o alimentos frescos se consiguen mediante donaciones puntuales.” “Es imposible mantener a un grupo familiar durante un mes con un menú completo sin ayuda. Por eso, cuando vemos que alguien va a estar mucho tiempo, pedimos colaboración a los organismos que lo derivan. Siempre tratamos de dar una buena alimentación, pero dependemos de la solidaridad de la comunidad”, afirmó. La línea telefónica del refugio es el 388 596 4444. Está habilitada sólo para llamados (no Whatsapp) y es el medio para asociarse, donar o solicitar ayuda.
En donaciones, la Asociación recibe elementos de higiene personal, ropa interior, zapatillas, artículos de limpieza y alimentos no perecederos. “Cuando necesitamos algo específico, lo pedimos y la gente responde. Es conmovedor cómo se moviliza la comunidad cuando nos escucha”, dijo.
Programa complementario
Convocaron a todas las personas que necesiten participar del programa “En búsqueda de sustento” inscribirse hasta antes del 25 de mayo. “Ese día cerraremos la inscripción porque necesitamos organizarnos, saber cuántos serán, cuántos niños asistirán, y preparar todo para recibirlos como corresponde”, explicó la referente Cecilia Laserre. Destacó que este programa nació como una extensión natural del trabajo que la Asociación viene desarrollando desde hace 15 años a través del Refugio “Un lugar de Esperanza”.
Recordó que esta propuesta está abierta tanto a mujeres como a varones en situación de vulnerabilidad. “No hacemos distinción de género. Si una persona necesita ayuda y tiene ganas de salir adelante, aquí estamos para acompañarla”, explicó. Con 15 años de trabajo sostenido, la Asociación Cuidando Infancias apunta no solo a la asistencia, sino a la autonomía y la construcción de un futuro posible.