Tras meses de negociaciones y reuniones clave, los actores del sector tabacalero acordaron ayer un incremento del 35% en el precio por kilo de tabaco para la campaña que acaba de finalizar. El acuerdo se selló en un hotel del barrio Alto La Viña, en esta capital, con la participación de productores, industriales y representantes de los gobiernos de Jujuy y Salta.
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Tras meses de negociaciones y reuniones clave, los actores del sector tabacalero acordaron ayer un incremento del 35% en el precio por kilo de tabaco para la campaña que acaba de finalizar. El acuerdo se selló en un hotel del barrio Alto La Viña, en esta capital, con la participación de productores, industriales y representantes de los gobiernos de Jujuy y Salta.
Las tratativas habían comenzado dos meses atrás, pero fue en este último encuentro donde se logró definir el aumento, superior al 25% que se había propuesto en una reunión previa en Salta. "Se acordó lo posible. Había que elegir entre el 25% ofrecido antes o este 35% que se definió hoy (por ayer) en Jujuy", explicó Pedro Pascuttini, presidente de la Cámara del Tabaco de Jujuy, al finalizar el encuentro.
Asimismo también refirió que "es lo que se pudo lograr y lo que fue posible, se tuvo en cuenta el contexto y todo lo que se analizó en estos cuatro meses de lucha"
Por otra parte, Pascuttini comentó acerca de cuáles fueron los pedidos principales por de los productores jujeños. Dijo que en una primera instancia se solicitó "que se pague en forma inmediata", mientras que en segundo tramo se puso de relieve la necesidad de que "acompañen este precio las dos empresas que no comparecieron".
El acuerdo no contó con la presencia de dos actores clave: las empresas Massalin Particulares y Alliance One, ausentes en la negociación. Frente a esto, Pascuttini adelantó que las autoridades provinciales las intimarán formalmente para que respeten el precio establecido en el acta firmada.
Con este incremento, el precio del kilo de tabaco de la clase más alta quedó fijado en $3.806. El sector espera que la medida ayude a compensar los costos de producción y garantice estabilidad en un contexto económico desafiante.
Contexto
Cabe destacar que la definición del valor de la B1f es un proceso complejo que involucra la evaluación de diversos factores, como los costos de producción, las condiciones del mercado y la calidad del producto.
Las negociaciones previas fueron arduas, con posturas iniciales distantes entre productores y acopiadores. Los productores buscaron un precio que compense los costos crecientes y garantice la rentabilidad de su actividad. Por su parte, los acopiadores apuntaron a un equilibrio que les permita mantener la competitividad en el mercado.
En reuniones previas, los productores habían expresado su preocupación por la suba de los costos de producción y la necesidad de un precio justo. Las empresas acopiadoras habían expresado su interés en mantener la competitividad del sector. Los productores habían planteado un aumento del 70%, lo que llevaría el precio a $4.800/kilo.
La mirada de un productor
Por su lado, Sergio Parra, productor del Valle de Lerma, había advertido acerca de la situación que venía viviendo el sector, durante un programa televisivo. “Logramos reponernos y logramos sacar una cosecha satisfactoria” con rendimientos interesantes, este año terminamos mucho más temprano que otros años ya que a esta altura yo seguía entregando tabaco”, recalcó. “Por ahora queda tabaco en la zona sur, cerca del Cabral Corral.
Estimo que aún hay unos 2 millones de kilos para entregar, porque las empresas siguen acopiando todos los días. Hasta que no comiencen a acopiar día por medio las empresas, es que hay más de un millón y medio de kilos, hasta dos diría”. Una vez que se fije el reajuste hay que esperar hasta que se pueda cobrar, lo que significa una pérdida importante para el productor. “Uno no sabe dónde está parado, no sabemos si comprar insumos o no”. Por último había manifestado previo a la última reunión, sus expectativas: “Primero hay que ver la sustentabilidad del negocio, en dónde creo que todos tenemos que ceder un poco, y la industria, para que podamos seguir plantando y la industria comprando”.
Y agregó: “Es una realidad que el tabaco en el mundo es caro, porque estamos caros como país y es muy difícil venderlo, dentro lo que se ofertó un 25% es un precio para el quebranto, el 50% parece atractivo”.