El sector agroindustrial consideró que la eliminación del cepo cambiario es una medida positiva para el país, pero en la práctica su implementación trajo como consecuencias, el incremento de costos de insumos, dolarizados pese a la divisa planchada. Así lo expresó Guillermo Berardi, productor hortícola, cañero y tabacalero de la provincia, quien advirtió un fuerte impacto en los costos, la falta de competitividad que les genera, y la falta de poder adquisitivo.
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El sector agroindustrial consideró que la eliminación del cepo cambiario es una medida positiva para el país, pero en la práctica su implementación trajo como consecuencias, el incremento de costos de insumos, dolarizados pese a la divisa planchada. Así lo expresó Guillermo Berardi, productor hortícola, cañero y tabacalero de la provincia, quien advirtió un fuerte impacto en los costos, la falta de competitividad que les genera, y la falta de poder adquisitivo.
"Como país, sacar el cepo es positivo para cualquier economía. Pero nosotros tenemos eso de la 'argentinidad': el viernes a la tarde ya vimos remarcaciones en insumos y servicios. Se fijaron precios con un dólar a 1.400 pesos", explicó Berardi. Sostuvo que tras el anuncio comenzaron a recibir listas de precios actualizadas el sábado 12 , en las que los productos dolarizados como fertilizantes y agroquímicos, registraban aumentos de entre el 12% y el 20% en dólares.
"Lo que pasó es que multiplicaron por 1.400 y después lo dividieron por el oficial. En síntesis, tuvimos una suba en dólares expresada en pesos, cuando en realidad la devaluación oficial no pasaba del 12%", describió.
Aunque el sector agropecuario nacional se expresó a favor de la medida, Berardi aclaró que "las condiciones de producción en Jujuy son distintas", especialmente para cultivos como el tabaco, donde aún persisten incertidumbres respecto al pago de la diferencia por el precio fijado recientemente. "Todavía no cobramos ese reajuste del 35% y algunas empresas ni lo convalidaron. Eso significa una pérdida en el poder adquisitivo para el productor", indicó.
El panorama también se presenta adverso en el caso del azúcar por lo que Berardi, también productor cañero, comparó los precios de los últimos años. "En 2023 una bolsa de azúcar se vendía a 35.000 pesos; este año estuvo en 25.000 y en algún momento llegó a 20.000. Es uno de los pocos productos que bajó, y no hay expectativa de suba", explicó.
En contrapartida, el precio minorista del azúcar bajó de entre 1.300 y 1.400 pesos por kilo en 2024, hoy puede encontrarse por debajo de los 900 e incluso a 670 pesos, por lo que explicó que esta caída se relaciona con el exceso de producción en el país. "Cuando se produce más de lo que se consume, el precio baja", sintetizó y asegurando que lo mismo suele suceder y afecta a otros productos como papa, tomate y cebolla, que en algunos casos no llegan a cubrir los costos de producción, afectando la rentabilidad.
"Si vamos a ser liberales, seamos liberales para todo. Abramos la importación para que yo pueda adquirir insumos más baratos. Hoy estamos prisioneros de laboratorios que juegan con los precios", cuestionó. A modo de ejemplo, sostuvo que no pueden importar una maquinaria agrícola que en Brasil o Paraguay cuesta la mitad. "Los importadores sobrestockearon insumos antes del cambio de gobierno y hoy hay resistencia a bajar los precios, aunque pagaron 'dólares caros'".
Sobre las retenciones al campo, explicó que en algunos cultivos como el tabaco bajaron parcialmente, en el azúcar se eliminaron, y en la fruticultura están prácticamente a cero, aunque algunos productos aún pagan entre un 4% y un 5%. Consideró que se debería revisar estas medidas porque una buena salida es comercializar afuera ya que el mercado interno es muy chico.
Detalló en este sentido que en papa, cebolla, tomate, pimiento, lo hacen pensando en el mercado del Sur, aprovechando que salen casi en contraestación, cuando todavía ese producto no está en Tucumán ni Santiago del Estero y se termina la papa del Sur. Recordó que antes muchos productores vendían informalmente a Paraguay a través de Clorinda, pero el gobierno de Formosa implementó cargas como peajes del 15% e Ingresos Brutos.
En ese sentido, destacó la importancia del Corredor Bioceánico para facilitar el acceso a nuevos mercados. "Nosotros producimos pensando en el Sur, aprovechando la contraestación. Pero también deberíamos mirar hacia el Norte, hacia Mato Grosso del Sur, Brasil y Paraguay", dijo. Explicó que sería importante trabajar en serio con el Corredor Bioceánico y así evitar pasar por Formosa, pero reconoció que para lograr ese tipo de objetivos los productores tienen que hacer las cosas bien, tener los papeles al día, cumplir con Senasa y lo que piden los países compradores.
Si bien algunos rubros como el tabaco, cítricos y azúcar ya exportan formalmente, Berardi consideró necesario avanzar en la formalización de la fruticultura. En relación al azúcar, explicó que desde hace tres años se exporta en volúmenes importantes y eso contribuye a descomprimir el mercado interno.
Además, mencionó que Brasil atraviesa una sequía que afecta su producción de alcohol para biocombustible, lo que genera oportunidades. De hecho, sostuvo que algunos ingenios, sobre todo ahora el de Tucumán se iba a volcar gran parte a alcohol porque el precio de exportación del etanol estaba relativamente compensando sus costos.