En 1995, Ecuador y Perú se enfrentaron en la selva amazónica por una frontera no delimitada desde 1942. El 26 de enero de ese año confrontaron las tropas de ambos países en la región del Cenepa, una zona selvática de difícil acceso.
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En 1995, Ecuador y Perú se enfrentaron en la selva amazónica por una frontera no delimitada desde 1942. El 26 de enero de ese año confrontaron las tropas de ambos países en la región del Cenepa, una zona selvática de difícil acceso.
Una investigación realizada por la periodista Yalilé Loaiza mencionó que los informes del Ministerio de Defensa del Ecuador indican que las hostilidades se iniciaron tras incursiones peruanas en áreas patrulladas por el Ejército de ese país, "lo que llevó a una respuesta militar. Perú, por su parte, sostuvo que Ecuador había violado el statu quo al establecer destacamentos en territorio que consideraba propio. Durante años, ambos países habían mantenido posiciones en la zona en disputa, pero esta vez las tensiones escalaron hasta llegar a un enfrentamiento abierto".
"El desenlace de la guerra dejó un saldo de cientos de muertos y heridos en ambos ejércitos. Según cifras oficiales del Ministerio de Defensa de Ecuador, el país registró 33 militares fallecidos y más de 90 heridos. Sin embargo, los números exactos han sido objeto de debate, y algunas fuentes estiman que las bajas fueron más altas. Muchos de los soldados caídos eran jóvenes conscriptos, enviados a combatir en condiciones extremas en la selva", precisó.
La guerra culminó con un acuerdo de paz que el 26 de octubre de 1998 firmaron los gobiernos de ambas naciones en Brasilia. De esta manera se definieron los límites territoriales, lo que permitió habilitar una nueva etapa en las relaciones bilaterales.
"El conflicto del Cenepa marcó un punto de inflexión en la relación entre Ecuador y Perú. A pesar de la tensión histórica, ambos gobiernos entendieron la necesidad de una solución definitiva", escribió Yalilé Loaiza.
Desde la firma de dicho acuerdo, Ecuador y Perú fortalecieron sus lazos comerciales, desarrollando proyectos conjuntos en infraestructura y seguridad fronteriza. "Ambos países han trabajado en iniciativas de desarrollo en la región amazónica, promoviendo el comercio y el turismo en la zona. Para muchos, el acuerdo fue un ejemplo de cómo resolver disputas territoriales mediante la diplomacia, aunque no sin antes haber pagado el alto precio de una guerra".
