inicia sesión o regístrate.
Chaguar es una planta de hojas suculentas que tras el procesamiento, comunidades como la Wichí usan para artesanías.
Juana Alicia Echazú es una talentosa artesana de Yuto quien compartió su profundo conocimiento sobre el proceso de producción de artesanías a partir del chaguar, una planta que recolecta de los semiáridos montes de El Talar y que comenzaba a ser olvidada.
Echazú a través del programa "El Matutino" en el streaming del diario El Tribuno de Jujuy, comenzó mostrando las hojas del chaguar, explicando que es esencial retirar las espinas con un cuchillo. "Luego se machacan para extraer la savia, esa parte gomosa, y queda la fibra que se utiliza para crear hilo," detalló.
Además de ser artesana, Echazú ha sido docente de talleres de artesanía en Yuto desde 2007 por lo que se mostró orgullosa de enseñar a sus alumnas todo el proceso.
Siguió detallando que una vez obtenida la fibra machacada, se puede hacer hilo que también puede ser teñido con cáscaras de árboles, utilizando procesos totalmente naturales. "El hilo se hace torciéndolo en la pierna, un proceso manual que requiere habilidad. Aprendí de mi mamá y mi abuela desde pequeña," comentó sobre su tradición de hilado. Explicó que si se parte de una planta con 40 o 50 hojas, es posible realizar esta tarea en un día, aunque la creación del hilo puede tardar hasta una semana, dependiendo del tipo de artesanía que se quiera elaborar.
Mostrando una cartuchera, indicó que se teje con una sola aguja, una técnica que enseña, mientras los cintos se elaboran con telar, un proceso que puede durar dos días e incluye una hebilla de madera de palo santo. La confección de bolsas, que presentan antiguos dibujos y diseños, puede requerir hasta una semana y también se realizan en telar.
Los diseños reflejan la rica biodiversidad de la región, representando animales, plantas silvestres y semillas, conocimientos que han sido heredados a través de generaciones. Además, fabrica servilleteros y atrapasueños con diversos diseños, como flores y estrellas, utilizando estructuras de alambre cubiertas con la fibra. También presentó collares de chaguar con semillas, un material tradicionalmente asociado a la región chaqueña, pero que en su trabajo destaca por la creatividad y uso innovador. Sumó un bolso matero combinado con esponja vegetal y figuras de ñandú de esponja, que incorporan semillas y plumas, utilizando colores obtenidos de cáscaras de diferentes árboles, como el negro del algarrobo, el marrón del algarrobo blanco y el rosado de la tipa.
Echazú normalmente comercializa sus creaciones en la capital jujeña, específicamente en exposiciones detrás de la Casa de Gobierno, en Calilegua y otros eventos a los que es invitada. Reconoce que sus artesanías son valoradas tanto por turistas como por los habitantes locales de Yuto, muchos de los cuales las encargan para uso personal o para sus hogares.
Su producción incluye ovillos de fibra, y recientemente acumuló un stock elaborado durante las vacaciones, que fue requerido por comunidades de Calilegua y Fraile, que utilizan estas fibras para hacer carteras de esterilla.
Respecto al cultivo del chaguar, Echazú mencionó que puede cosechar la planta durante todo el año, aunque es fundamental que tenga al menos cuatro años de edad para garantizar la calidad de las hojas y la posterior elaboración. Incluso comenzó a innovar cultivando su propia materia prima, el chaguar, a pesar de las adversas condiciones agronómicas de la zona. "Debo cuidarla de exceso de agua, ya que el agua puede pudrirlas, dado que son plantas de terrenos secos," explicó.
En este contexto, Susana Ocampo, directora del proyecto de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, agregó que el equipo está realizando un estudio sobre el sector artesanal de Jujuy, una investigación transdisciplinar impulsada por el grupo del Departamento Estudio de las Poblaciones Humanas de Montaña (Ephum) del Instituto de Biología de la Altura (Inbial). Busca poner en valor la labor de artesanos como Echazú, quien comenzó a cultivar chaguar en su hogar.
Ocampo destacó la importancia de este esfuerzo, enfatizando que se trata de un valioso experimento que combina la obtención de materia prima con la innovación artesanal. "Es fundamental reconocer y valorar estos saberes, y agradecemos la colaboración de la Universidad Nacional de Jujuy en esta labor," comentó.
La investigación, que se remonta al trabajo del antropólogo Juan Carlos Rodríguez, continúa el compromiso con los artesanos del Ramal jujeño, y se viene expandiendo con la colaboración de docentes de la Facultad de Ciencias Agrarias para evaluar el valor económico de las artesanías.