El cáncer de cuello uterino sigue siendo una preocupación de salud pública en Argentina, con aproximadamente 4.500 nuevos casos anuales y cerca de 2.000 muertes. Sin embargo, la incorporación de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) en el calendario de vacunación obligatoria y gratuita representó un avance significativo en la prevención de esta enfermedad.
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El cáncer de cuello uterino sigue siendo una preocupación de salud pública en Argentina, con aproximadamente 4.500 nuevos casos anuales y cerca de 2.000 muertes. Sin embargo, la incorporación de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) en el calendario de vacunación obligatoria y gratuita representó un avance significativo en la prevención de esta enfermedad.
Vanesa Castellano, especialista en pediatría del Hospital de Niños "Ricardo Gutiérrez", destacó en el streaming El Matutino, de El Tribuno de Jujuy tras una reciente conferencia organizada por MSD en el marco del Día Internacional de Concientización sobre el VPH que "la implementación del programa de vacunación en Argentina logró importantes avances". Sucede que el cáncer cervicouterino es una de las principales consecuencias de la infección persistente por los tipos de VPH de alto riesgo oncogénico
"En Argentina el cáncer de cuello uterino ocasiona 4.500 nuevos casos por año y lo más triste 2.000 muertes. Tanto es así que hace años ya que tenemos implementada la vacunación en Argentina de manera gratuita, obligatoria para hombres y mujeres y la incorporación del programa, y esto tuvo unos avances muy importantes", dijo la especialista.
Recordó que la vacunación contra el VPH comenzó en 2011 con la aplicación gratuita a niñas nacidas a partir del año 2000, quienes debían recibirla a los 11 años. Posteriormente, el Ministerio de Salud amplió la cobertura, permitiendo que mujeres nacidas desde el 2000 pudieran vacunarse hasta los 26 años.
En 2017, la vacunación se extendió a los varones nacidos desde 2006, siguiendo el mismo criterio de edad. Además, se incluyeron grupos de riesgo, como personas con VIH, pacientes post-trasplante e individuos con enfermedades reumatológicas, debido a su mayor vulnerabilidad frente al virus.
Por ello, detalló cómo evolucionó la vacuna en Argentina, que inició su programa de vacunación con una vacuna bivalente, dirigida contra los genotipos 16 y 18 del VPH, responsables de la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino.
Posteriormente, se adoptó una vacuna cuadrivalente, que además de proteger contra estos genotipos, incluía cobertura contra los tipos 6 y 11, asociados a verrugas genitales benignas. "Después hicimos rápidamente una transición a una vacuna cuadrivalente, que ampliaba la protección para las verrugas genitales benignas, que también causan mucha morbilidad, muchas consultas y tratamientos que son molestos porque son en la mucosa genital ", precisó.
Explicó que actualmente el país transita hacia la incorporación de una vacuna nonavalente, que amplía la protección a nueve genotipos, alcanzando una cobertura cercana al 90% de los casos de cáncer de cuello uterino. "Con esta transición, no solo seguimos cubriendo los genotipos más oncogénicos, sino que también mantenemos la protección contra las verrugas genitales", explicó.
Enfatizó que el VPH no afecta exclusivamente a las mujeres. Este virus está relacionado con otros tipos de cáncer, como el anal, orofaríngeo y de genitales externos, que también pueden afectar a hombres. "Cuando vacunamos a un gran porcentaje de la población, generamos lo que se llama inmunidad colectiva. Incluir tanto a hombres como a mujeres en la estrategia de vacunación reduce significativamente la transmisión del VPH", afirmó.
Es importante destacar que existen alrededor de 100 tipos de VPH, de los cuales 14 son oncogénicos y pueden provocar lesiones premalignas o cáncer. "No se trata solo de un problema femenino; también hay riesgos de cáncer anal, genital y orofaríngeo asociados a estos virus", insistió. Los tipos más prevalentes son el 16 y el 18, seguidos de otros genotipos que ahora están incluidos en la vacuna nonavalente.
En cuanto a quiénes pueden vacunarse, la especialista aclaró que las mujeres nacidas después de 2000 pueden recibir la vacuna hasta los 26 años que cubre el Estado, y los hombres pueden hacerlo hasta los 18. Es que no solo se protegen a sí mismos, sino que también ayudan a reducir la transmisión del virus. "Al vacunar a un gran grupo de la población, generamos inmunidad colectiva, lo que disminuye significativamente la propagación del VPH", explicó.
Aunque el riesgo de infección por VPH es mayor en adolescentes al inicio de su vida sexual, también en adultos por lo que explicó, "cualquiera que desee protegerse contra el VPH puede vacunarse, sin límite de edad, siempre consultando con su médico".
Mitos por develar
Uno de los mitos más frecuentes es por qué vacunar a los niños a los 11 años si el inicio de la actividad sexual ocurre mucho después. Al respecto, la especialista Vanesa Castellano explicó que la vacuna es más efectiva cuando se administra antes de la exposición al virus. “En nuestro país, un estudio reveló que el 50% de las adolescentes sexualmente activas entre 15 y 17 años ya tenían VPH, y un 40% poseía genotipos de alto riesgo. Esto refuerza la importancia de vacunar a tiempo”, destacó.
Además, explicó que Argentina cuenta con estudios propios que evidencian la efectividad de la vacuna, demostrando una reducción significativa en la incidencia de infecciones por los genotipos incluidos en el esquema de vacunación. Pese a la eficacia de la vacuna, las tasas de vacunación disminuyeron en los últimos años, un fenómeno que no solo afecta a la vacuna del VPH sino a otras por lo que es clave reforzar la concientización y fomentar que se pongan al día con los calendarios de vacunación. Recordó que todas las vacunas atraviesan rigurosos procesos de investigación antes de su aprobación. “Las vacunas están diseñadas para personas sanas, por lo que los estándares de seguridad son extremadamente altos. En el caso del VPH, hemos visto un impacto positivo a nivel mundial y local”, afirmó.