Luego del discurso del intendente de San Pedro de Jujuy, Julio Bravo, en la apertura de sesiones ordinarias y de los anuncios de obras para este 2025, vecinos de las 192 viviendas del barrio Güemes solicitaron algunas obras, entre ellas la reparación de las calles.
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Luego del discurso del intendente de San Pedro de Jujuy, Julio Bravo, en la apertura de sesiones ordinarias y de los anuncios de obras para este 2025, vecinos de las 192 viviendas del barrio Güemes solicitaron algunas obras, entre ellas la reparación de las calles.
El barrio tiene más de 35 años y la mayoría de los habitantes originarios, son adultos mayores. Recordaron que en algún momento el intendente había mencionado al barrio en un plan de pavimentación, pero lamentablemente no se pudo concretar el mismo.
Por eso pidieron que por lo menos envíen una máquina que arregle las calles de ingreso, como ser la Martín Fierro y especialmente la Santa Catalina que por efecto de las últimas lluvias se ha erosionado notablemente. Tiene muchas piedras lo que hace más difícil la circulación de las motos, y se han formado zanjas dejando en la superficie las tapas de la red de cloacas, con el peligro que esto acarrea.
Si no se puede pavimentar, explicaron sería bueno que manden una máquina para nivelar y que realicen un buen enripiado. De esta manera mejoraría la circulación y los remiseros (que ahora no lo quieren hacer) podrían ingresar al barrio.
Agradecieron al municipio la renovación del alumbrado y la poda de los árboles. Pero dijeron que necesitan recuperar los espacios verdes que tiene el complejo de departamentos, como por ejemplo la plazoleta Divino Niño y el polideportivo que se encuentra en mal estado. "Son los únicos lugares para recreación y la práctica de deportes de nuestros hijos y nietos", indicaron al considerar que era urgente resolver ese tema.
En cuanto a la seguridad, dijeron que sería bueno que la Policía realice más tareas de prevención en los tres sectores que tiene barrio Güemes, ya que se han presentado muchos hechos de inseguridad, los vecinos tienen miedo y se quejan porque casi todos los días en la plazoleta Divino Maestro se juntan personas a consumir bebidas alcohólicas, molestando a los que transitan y realizando sus necesidades fisiológicas en el mismo lugar.