Un equipo del Cuerpo de Bomberos UR2 de San Pedro llevó a cabo un exitoso rescate el pasado miércoles por la tarde, cuando lograron salvar a un perro que había caído en un canal de riego ubicado en la calle Miguel Soria, en el barrio Belgrano. La intervención, que se desarrolló pasadas las 19, requirió el uso de equipos especiales y una estrategia coordinada para evitar que el animal sufriera más daños.
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Un equipo del Cuerpo de Bomberos UR2 de San Pedro llevó a cabo un exitoso rescate el pasado miércoles por la tarde, cuando lograron salvar a un perro que había caído en un canal de riego ubicado en la calle Miguel Soria, en el barrio Belgrano. La intervención, que se desarrolló pasadas las 19, requirió el uso de equipos especiales y una estrategia coordinada para evitar que el animal sufriera más daños.
El operativo comenzó cuando una vecina alertó a los bomberos sobre la emergencia. Según su relato, el perro, que pertenece a un residente del sector, había caído accidentalmente dentro del canal y no podía salir por sus propios medios. La situación era preocupante, ya que el canal tenía una estructura de hormigón con una inclinación pronunciada y un paredón de aproximadamente seis metros de altura, lo que impedía cualquier intento del animal por escalar y ponerse a salvo.
Atendiendo a la urgencia del caso, una dotación de bomberos se dirigió de inmediato al lugar con el equipo necesario para el rescate. Al llegar, confirmaron que el perro se encontraba en una zona de difícil acceso y que cualquier movimiento brusco podría poner en riesgo su seguridad.
Dado que el animal estaba visiblemente alterado y mostraba signos de agresividad debido al estrés, los bomberos decidieron tomar precauciones adicionales antes de intervenir directamente. Primero, desplegaron una escalera extensible para facilitar el descenso hacia el área donde se encontraba el perro.
Un efectivo descendió con el propietario del animal, con el objetivo de calmarlo y evitar reacciones bruscas que pudieran dificultar la maniobra de rescate. Tras varios minutos de paciencia y observación, lograron acercarse al perro y colocarle un arnés improvisado con cuerdas, asegurándolo de manera firme pero cuidadosa para no causarle daño.
Finalmente, con la coordinación de todo el equipo, el animal fue elevado de manera segura hasta la superficie, donde pudo reunirse con su dueño.
El rescate fue recibido con alivio y gratitud por parte de los vecinos que siguieron de cerca el operativo. El propietario del perro agradeció profundamente la labor de los bomberos, quienes demostraron profesionalismo y compromiso en la tarea.
Este tipo de intervenciones reflejan la importancia del trabajo de los cuerpos de emergencia en situaciones que afectan tanto a personas como a animales.