La Municipalidad de La Quiaca está encaminada en un ambicioso proyecto que de lograrlo, significará un gran aporte a la cultura y a la actividad turística en la región y la provincia, aspira en conseguir la designación como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco a la Manka Fiesta (Fiesta de las ollas).
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La Municipalidad de La Quiaca está encaminada en un ambicioso proyecto que de lograrlo, significará un gran aporte a la cultura y a la actividad turística en la región y la provincia, aspira en conseguir la designación como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco a la Manka Fiesta (Fiesta de las ollas).
Para ello avanzó en la elaboración de un documento y un dossier concretando un exhaustivo relevamiento. En ellos aborda La identificación del bien, Nombre, Descripción, Características, Origen, Historia, Justificación, Declaración de valor, Autenticidad, Historia, Evolución, Adaptación, y Criterios base para la postulación.
El trabajo es muy amplio, por ejemplo cuando habla de Identificación y definición de la Manka Fiesta, se refiere a que es una actividad cultural, social y económica de gran relevancia en la región andina, identificada y definida a través de un proceso participativo involucrando diversos actores sociales.
La perspectiva de género fue fundamental en la investigación, se analizó cómo las mujeres y hombres participan de manera diferenciada en la organización, realización y disfrute de dicha actividad; asimismo se exploró sobre su significado para cada género y cómo se expresan las relaciones de poder y las dinámicas sociales a través de la celebración.
La identificación y definición fue un proceso complejo y multidimensional que involucró la participación directa e indirecta de diferentes actores.
Al frente del desafío está el intendente Dante Velázquez junto a Dante Dodi, secretario de Cultura y Turismo del municipio.
La Manka Fiesta arraigada a la cultura andina, representa un patrimonio cultural inmaterial de excepcional valor. Su reconocimiento por parte de la Unesco sería un hito trascendental no solo para los jujeños, también para el reconocimiento del patrimonio cultural de la región andina de nuestro país.
Esta, reúne un conjunto de características que la posicionan como candidata ideal para dicha distinción:
Antigüedad y continuidad: Su larga tradición que se remonta a tiempos preincaicos, demuestra su resiliencia y capacidad para adaptarse a los cambios sociales y económicos.
Importancia cultural: La fiesta es un elemento central de la identidad cultural de la región, transmitiendo conocimientos, valores y prácticas de generación en generación.
Intercambio y trueque: El trueque como eje central de la fiesta, representa una forma ancestral de interacción social y económica que fortalece los lazos comunitarios.
Diversidad cultural: La confluencia de tradiciones originarias e hispánicas refleja la riqueza cultural de la región.
Potencial turístico: Posee un gran atractivo turístico, capaz de generar desarrollo económico y empleo en la región.
El reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial traería consigo múltiples beneficios:
Preservación: Garantizará la continuidad de la tradición, protegiéndola de amenazas como la globalización y la pérdida de conocimientos ancestrales.
Visibilidad internacional: Posicionaría a la Manka Fiesta y a la región jujeña en el mapa turístico mundial, fomentando el intercambio cultural y el desarrollo económico.
Desarrollo local: Impulsará la actividad turística generando empleo y promoviendo el consumo de productos regionales.
Fortalecimiento de la identidad: Reforzará el sentido de pertenencia y el orgullo de los habitantes valorizando sus raíces y costumbres.
Diálogo intercultural: Fomentará el respeto y la comprensión entre culturas destacando la importancia del diálogo intercultural.
La Manka Fiesta es un ejemplo vivo de cómo las tradiciones ancestrales pueden adaptarse a los tiempos modernos y seguir siendo relevantes para las comunidades. Su reconocimiento sería un paso fundamental para garantizar su preservación y promover el desarrollo sostenible de la región.
La Fiesta de las ollas es más que una feria, en ella se entrelazan tradiciones ancestrales, expresiones artísticas y conocimientos locales. El trueque, la gastronomía, la artesanía, la música y la ritualidad en esta festividad fortalecen la identidad cultural andina.
Prácticas culturales asociadas: Un tejido de tradiciones andinas
La Manka Fiesta es un rico crisol de prácticas culturales ancestrales que se entrelazan con elementos contemporáneos, por ejemplo las principales manifestaciones culturales asociadas son:
El trueque como eje central, una práctica ancestral de intercambio de bienes y conocimientos. Esta actividad no solo facilita la adquisición de productos, también fortalece los lazos comunitarios y perpetúa saberes ancestrales. La diversidad lingüística presente en la feria, con la predominancia del quechua y el aymara enriquece ese intercambio cultural.
Gastronomía y ritualidad, juegan un papel fundamental siendo una expresión de la identidad cultural y un vínculo con la tierra. La preparación de platos tradicionales con productos locales satisface el paladar y también revitaliza las prácticas culinarias ancestrales.
Paralelamente la fiesta está marcada por una profundo sincretismo religioso, donde se mezclan elementos prehispánicos, nativos y católicos. Las ceremonias religiosas centradas en el culto a la Pachamama, son momentos clave para agradecerla y pedir por futuras cosechas.
Artesanía y expresión artística, la elaboración de ollas de barro es otra manifestación cultural de relevancia. Estas piezas elaboradas con técnicas ancestrales son el resultado de un proceso creativo que refleja la identidad de cada comunidad.
Música, danza y cosmovisión, son elementos esenciales en las celebraciones andinas y la Manka Fiesta no es la excepción. Coplas, bailes tradicionales y ritmos autóctonos acompañan las diferentes actividades creando una atmósfera festiva y envolvente.
Toda esta riqueza cultural está enmarcada en la cosmovisión andina, que concibe al mundo como un sistema interconectado entre lo humano, lo divino y la naturaleza. La Manka Fiesta, al estar profundamente arraigada en esta cosmovisión, refuerza los vínculos con la tierra, la agricultura y los ciclos naturales.
Vínculos con otras tradiciones andinas, la Manka guarda una estrecha relación con otras tradiciones andinas, compartiendo elementos culturales y espirituales. El culto a la Pachamama, el sistema de trueque, la elaboración de artesanías y la importancia de la música y la danza son prácticas comunes en diversas culturas andinas.
La chayada, inaugurarla chayando a la Madre Tierra es un ritual de gran significado. A través de la ofrenda de productos y la quema de hierbas, se establece una conexión profunda con ella pidiendo por prosperidad y la unidad de la comunidad.
En síntesis, la Manka Fiesta es mucho más que una simple feria. Es un espacio donde se entrelazan tradiciones ancestrales, expresiones artísticas y conocimientos locales. A través de prácticas como el trueque, la gastronomía, la artesanía, la música y la ritualidad, esta festividad fortalece la identidad cultural andina y preserva un legado ancestral de inestimable valor.