Las Lancitas, mediante la Ley Provincial 5.347 en 2002, fue declarada Reserva Natural de Jujuy. Ocupa 9.536 hectáreas en el departamento de Santa Bárbara, protege una zona de transición entre las ecorregiones Chaco Serrano y las Yungas, abarcando parte de la cuenca del Arroyo Santa Rita, con un relieve montañoso que va desde los 890 hasta los 2090 msnm, cerca del límite este de la provincia. Esta área protegida se superpone con dos Aicas (Áreas Importantes para Conservación de las Aves): JU-09 "Reserva Natural Las Lancitas" y JU-04 "El Fuerte- Santa Clara".
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Las Lancitas, mediante la Ley Provincial 5.347 en 2002, fue declarada Reserva Natural de Jujuy. Ocupa 9.536 hectáreas en el departamento de Santa Bárbara, protege una zona de transición entre las ecorregiones Chaco Serrano y las Yungas, abarcando parte de la cuenca del Arroyo Santa Rita, con un relieve montañoso que va desde los 890 hasta los 2090 msnm, cerca del límite este de la provincia. Esta área protegida se superpone con dos Aicas (Áreas Importantes para Conservación de las Aves): JU-09 "Reserva Natural Las Lancitas" y JU-04 "El Fuerte- Santa Clara".
Además, es vecina de las Reservas Privadas "Ecoportal de Piedra", "Manantial de vida", "Trébol de brisa" y "Villa Monte" y se encuentra muy próxima al Parque Nacional, Reserva Nacional y Reserva Provincial Campo Pizarro (ubicados en territorio salteño).
La Municipalidad de Palma Sola, a través de la Ordenanza Municipal Nº 050/2008 reconoció al área de Las Lancitas importante para la conservación del loro alisero (Amazona tucumana) y la declara como espacio de resguardo, protección e interés comunal.
Es la única área protegida de la provincia que ampara los dos ambientes de Yungas y Chaco Serrano por lo que para el proyecto, además de buscar lugares con atractivo desde el punto de vista paisajístico, se buscan senderos representativos de los diferentes ambientes para que el visitante, en caso de recorrerlos todos, pueda conocer esta gran diversidad.
El área cuenta con una amplia diversidad de fauna y flora (protegiendo en un espacio relativamente pequeño más del 60% de las especies de aves de la provincia y más del 30% de todo el país) cuenta con varias especies con distinto grado de amenaza como el águila poma (Spizaetus isidori), margay (Leopardus wiedii), tapir (Tapirus terrestres), loro alisero (Amazona tucumana), o el coendú de espinas negras (Coendu bicolor), entre otros.
Esta Reserva Natural Provincial puede funcionar como un atractivo central en uno de los principales circuitos turísticos de las Yungas, que abarcan las rutas provinciales 1 y 6, formando un circuito circular de relativamente fácil acceso y accesible para cualquiera que desee realizarlo, siendo un recorrido muy representativo de las Yungas. Comenzando por un camino de montaña que los lleva de sur a norte, atravesando los diferentes estratos de Yungas y pasando por El Fuerte, continuando por la Reserva Las Lancitas, Villamonte en donde se encuentran varios atractivos naturales y un par de reservas naturales privadas, dedicadas al ecoturismo, por último se pasa por Palma Sola.
La infraestructura y senderos proyectados ayudarán a potenciar el interés natural del área, permitiendo al visitante disfrutar más del lugar y poder extender su estadía en la zona, lo que también traería un beneficio a los prestadores turísticos locales si se suman días de estadía y más actividades que tienten al visitante.
A nivel nacional este circuito se integra con la Ruta de los Valles, Quebradas y Yungas, que comprenden las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán y Catamarca.
Infraestructura
El proyecto incluyó la mejora de tres senderos existentes en la Reserva Natural Provincial Las Lancitas, para posibilitar una visita turística ordenada, mejorando la accesibilidad de los mismos, equipándolos con mobiliario para descanso y observación de la naturaleza.
También se instaló señalización y cartelería indicativa, educativa e interpretativa.
Y se ejecutaron obras pequeñas para que estos recorridos sean seguros: barandas, puentes, y obras menores para la adecuada transitabilidad como zig zag y escalonamientos. Se diseñaron equipamientos de deferentes tipos para descansar, como bancos y mesas, miradores en los recorridos y un mangrullo como atractivo principal de uno de los senderos con su nombre.
Bajo impacto ambiental
Sólo se instalaron mesas en lugares estratégicos para evitar que la gente vaya a comer y que la actividad genere muchos residuos, que lleguen a esparcirse por la Reserva, haciéndose hincapié en la cartelería para que el visitante regrese con sus residuos.
Todos estos elementos fueron diseñados de forma que sean fáciles de construir, fáciles de reemplazar, que sean amables con el ambiente y el entorno de la reserva, se tuvo en cuenta para el diseño materiales de la zona y maderas semi duras que están actualmente disponibles en madereras de la zona, como son la tipa blanca y la tipa colorada. En cuanto a la cartelería se usaron materiales más duraderos, con patas de madera semi dura.
Basándose en el espacio de los miradores, mangrullo, estacionamientos y otras infraestructuras proyectadas, además del tiempo estimado de recorrido, horas de luz y tomando en cuenta que muchos de los visitantes serán avistadores de aves o fotógrafos de naturaleza, por lo que demorarán mucho más de lo normal en completar el recorrido se calcula como un máximo de visitantes diarios para el sendero del mangrullo 45 personas; el sendero accesible, 85 personas y El Angosto, 8 vehículos por día.
Los números mencionados apuntan a permitir una experiencia lo más natural y auténtica posible para los visitantes a la vez que se minimiza el impacto que genera el movimiento de personas en un ambiente natural, es por esto que se estima una capacidad de carga real bastante inferior a la que nos daría un simple cálculo del espacio físico disponible.
Accesibilidad
Se trabajó en 3 aspectos complementarios: la traza de los senderos, el mobiliario y la cartelería. El sendero es un pequeño camino o huella que permite recorrer con facilidad un área determinada, cumple funciones como; servir de paseo para los visitantes, ser un medio para el desarrollo de actividades educativas, y servir a propósitos administrativos del área protegida. En este caso será posible visitarlos a pie, algún tramo de forma accesible (Sendero Los Miradores) y existe también la posibilidad de hacerlo en vehículo o bicicleta en el caso de ciclistas más experimentados (Sendero El Angosto).
El mobiliario tiene el objetivo de que la estancia del visitante sea más placentera y segura, un apoyo clave para una buena experiencia del recorrido. Incluye bancos, mesas, cercados, mamparas de información, cartelería, postes de señalamientos interpretativos, escalinatas, pasarelas, miradores, puentes y barandas, etc. Los materiales utilizados para su construcción son de la zona para que no causen un impacto fuerte en el entorno. Respecto a señalización y cartelería se realizó con materiales adecuados al clima y que sean duraderos.