30 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Jujuy 1959: Un viaje al pasado a través del archivo fílmico de Termas de Reyes

Emplazado en las verdes serranías de nuestra provincia, muy cerca de la capital, este lugar recibe a los visitantes con una historia de décadas.

Jueves, 30 de enero de 2025 16:01

A través de los materiales del Archivo General de la Nación (AGN), constituidos en 1939, nos embarcamos en un fascinante viaje al pasado.

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A través de los materiales del Archivo General de la Nación (AGN), constituidos en 1939, nos embarcamos en un fascinante viaje al pasado.

Solo hay que hacer 23 km con rumbo noroeste desde la capital jujeña para llegar. Allí, un importante hotel construido hacia fines de la década del ‘30 invita al viajero a unos días de relax.

Según la tradición, Termas de Reyes lleva este auspicioso nombre como resultado de una antigua costumbre: recibir a los jerarcas incas que llegaban para participar de un ritual de curación. Al parecer, era habitual que el Curaca de la zona, apostado en Casabindo, recorriera los 130 km que separan ambas localidades para sumergirse en las reparadoras aguas.

Hacia finales del siglo XIX, existían aquí instalaciones muy precarias que permitían a los lugareños aprovechar el acceso a los baños. Para llegar había que transitar un sendero abierto junto al río Reyes que convertía a la travesía en toda una aventura, ya que el camino estaba sometido a continuos derrumbes y erosiones por las lluvias y las crecidas.

En 1932 un inmigrante italiano de apellido Mazueli, construyó una casa de madera frente a la vertiente y se convirtió en el primer habitante de tiempo completo de la época poscolonial.

Unos años más tarde, el gobierno provincial decidió construir un hotel termal para dar respuesta al interés de los viajeros, y encomendó la tarea al arquitecto cordobés Jaime Roca.

El diseño recurrió a materiales locales, básicamente piedras y ladrillos que llegaban a la zona a loma de mula, desde vieja cortada de Guerrero, un sitio ubicado sobre la actual RP 4, que por entonces era propiedad de don Ignacio Carrillo.

El hotel abrió sus puertas en noviembre de 1938 con una gran fiesta en la que actuó la orquesta de José Melín.

Hogar de niños

La primera etapa de vida dedicada al turismo fue corta; con la llegada del gobierno peronista al poder, pasó a manos de la Fundación Eva Perón. Allá por 1946 las instalaciones se reacomodaron para su nuevo uso. Desde entonces, y hasta 1955, funcionó como hogar, escuela y clínica de recuperación para niños de escasos recursos.

Evita viajó dos veces a Jujuy durante esos años: en 1947 -con Perón- y más tarde en 1950, y se alojó en el hotel. Según cuenta la tradición, utilizó la actual habitación 101.

Con la caída del gobierno peronista, la provincia recuperó la propiedad del establecimiento. Luego de una serie de obras para ponerlo a punto, reabrió sus puertas en 1958 con la celebración del Congreso Rotario Internacional. En 1960, se le sumó el casino.

Durante esa década la firma H.O.A.S de los hermanos Cidale, atraídos por la fama de las aguas termales, instaló allí una planta industrial de bebidas donde se elaboraban los productos Bilz, emprendimiento que se mantuvo activo hasta 1975.

Los años que vinieron tuvieron idas y vuelta con diferentes concesiones, hasta que el gobierno decidió privatizarlo en 1999.

Una nueva etapa

Hoy el hotel ofrece sus vistosas habitaciones en formato suite o departamento para 4 y 5 huéspedes, spa, piscina al aire libre con agua termal y varios gabinetes para baños. Además, tiene completo gimnasio, un spa con variadísimos tratamientos y restaurante a la carta.

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