Los recién nacidos, embarazadas y obstetras recibieron la bendición en el Día de San Ramón Nonato, patrono del Servicio de Maternidad del hospital Paterson, de San Pedro de Jujuy.
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Los recién nacidos, embarazadas y obstetras recibieron la bendición en el Día de San Ramón Nonato, patrono del Servicio de Maternidad del hospital Paterson, de San Pedro de Jujuy.
El especial momento se vivió durante la celebración que se realizó en un sector de la sala, organizada por integrantes del servicio de Maternidad, la comunidad de la Divina Misericordia y servidores del ministerio de música Peregrinos de la parroquia San Pedro de Río Negro.
El padre Daniel Alberto Baca presidió la misa y al iniciar su homilía saludó a los recién nacidos Blas, Talía y Scarlet, fruto del don de la vida y alegría de sus familias y en su mensaje proclamó el don de la vida, citando el ejemplo de la Virgen y de San Ramón Nonato.
"La Virgen María, si bien no tuvo problemas en su embarazo, enfrentó dificultades para preservar la vida del Niño Jesús. En la historia de San Ramón, también vemos la dificultad que tiene al momento de nacer porque nace del vientre de su madre que había fallecido. Aún muerta, esa madre da vida. Estos dos testimonios resumen que muchas veces, el don de la vida se enfrenta a distintas adversidades. Cada embarazo, cada vida que viene, es todo un desafío por la situación familiar, generalmente en lo económico, a veces influye la relación de la pareja, el entorno familiar. Vivimos en una sociedad que no valora la vida. Es por eso que existen leyes que promueven el aborto como un derecho, más allá de las situaciones de los embarazos no deseados, situación que no justifica la muerte de un inocente" dijo el sacerdote.
En otro párrafo, acotó que cuando se condena a un inocente se condena indirectamente a la madre. "Los verdaderos culpables somos todos, es la sociedad en general. El Señor nos invita a valorar la vida. Con la vida nos regala talentos. Tenemos que saber descubrirlos y valorarlos, hacerlos trabajar y multiplicarlos. Superar las dificultades, los temores que se presenten y cuidar esos talentos. Cuidar el don de la vida que Dios nos ha regalado, que es el primer gran talento que todos tenemos y en esa vida hay un don, un talento que cada uno lo irá descubriendo primero y acrecentando. Hay personas con muchos talentos que saben multiplicarlos y saben ofrecerlos. Pidamos al Señor está gracia por intercesión de San Ramón", finalizó.
Finalizada la misa, el párroco bendijo a los tres bebés recién nacidos, a las embarazadas y las manos de las obstetras del nosocomio. Las madres de los bebés y las embarazadas, recibieron suvenires y regalos entregados por la comunidad de la Divina Misericordia y servidores del ministerio de música Peregrinos, padrinos del Servicio de Maternidad.
