El recientemente lanzado Programa de Reconversión y Eficiencia Energética, por un convenio entre la Secretaría de Energía de la Nación y el Banco Nación, abrió un abanico de oportunidades para que propietarios de viviendas, pymes, hoteles y comercios mejoren la eficiencia energética de sus edificaciones. Este plan ofrece herramientas financieras y técnicas que pueden resultar clave en el contexto de aumento de costos energéticos y quita de subsidios, donde el diagnóstico para mejorar la eficiencia en el hogar es el primer paso.
inicia sesión o regístrate.
El recientemente lanzado Programa de Reconversión y Eficiencia Energética, por un convenio entre la Secretaría de Energía de la Nación y el Banco Nación, abrió un abanico de oportunidades para que propietarios de viviendas, pymes, hoteles y comercios mejoren la eficiencia energética de sus edificaciones. Este plan ofrece herramientas financieras y técnicas que pueden resultar clave en el contexto de aumento de costos energéticos y quita de subsidios, donde el diagnóstico para mejorar la eficiencia en el hogar es el primer paso.
Irma Padilla, arquitecta especializada en eficiencia energética y fundadora de la empresa Eficenza Viviendas Eficientes, detalló cómo se pueden realizar diagnósticos energéticos en cualquier tipo de edificación, ya sea una vivienda, una pequeña y mediana empresa (Pyme), un comercio o una industria. El diagnóstico energético es el primer paso fundamental para cualquier proyecto de eficiencia energética y permite identificar las áreas de una edificación que requieren mejoras, evitando gastos innecesarios en intervenciones generalizadas y enfocando las inversiones en las zonas que más lo necesitan.
"Los diagnósticos pueden ir desde algo muy básico o preliminar, donde se detectan oportunidades de ahorro en energía, hasta estudios más profundos con mediciones de temperatura superficial a lo largo del tiempo", afirmó. Se especializa en diagnósticos energéticos y en el etiquetado de viviendas, una práctica que permite conocer el nivel de eficiencia de una edificación, al igual que sucede con los electrodomésticos. Por ejemplo, en una vivienda, el diagnóstico puede señalar la necesidad de mejorar el aislamiento en ciertas paredes o ventanas en lugar de hacer modificaciones costosas en toda la estructura.
Estos estudios energéticos son clave en el contexto del Programa de Reconversión y Eficiencia Energética, recientemente lanzado a través de un convenio entre la Secretaría de Energía de la Nación y el Banco Nación. Este programa ofrece créditos a tasas preferenciales y financia los estudios necesarios como las mejoras en la envolvente térmica de los edificios, y facilita la compra de electrodomésticos eficientes.
El etiquetado de viviendas, parte de este programa, es una herramienta clave para evaluar la eficiencia energética de un hogar. Dijo que este etiquetado es similar al que se usa en electrodomésticos, donde una vivienda puede recibir una calificación de "A" a "G", siendo "A" la más eficiente. Este sistema es esencial para concientizar a los propietarios sobre la importancia del ahorro energético, especialmente en un contexto de reducción de subsidios y aumento de costos energéticos.
Padilla destacó la relevancia de la eficiencia energética en el contexto actual. "En otros países como España, las etiquetas energéticas ya son un factor determinante en la compra o alquiler de inmuebles. Aquí, con la reducción de subsidios, empezamos a darnos cuenta de cuánta energía desperdiciamos y del impacto que esto tiene en nuestros bolsillos y en el medio ambiente", dijo la magister en Desarrollo Sustentable con postgrado en Certificaciones Energéticas y Medioambientales de edificios Leed y Passivhaus en la Universidad de Barcelona.
El sistema energético argentino enfrenta desafíos significativos, con altos costos y pérdidas en la distribución de energía. Por ello, Padilla abogó por la eficiencia energética en todos los sectores, desde hogares hasta instituciones públicas y privadas. "Estamos trabajando en gestorías energéticas a través de un programa provincial en hotelería y comercios", explicó y recordó que ya implementaron mejoras en hoteles de la Quebrada y en La Rioja.
Las mejoras y su impacto
Las mejoras propuestas varían según las necesidades y el presupuesto de cada propietario, pueden incluir la mejora de la aislación en paredes, techos y pisos, y la instalación de electrodomésticos eficientes. Sucede que en zonas frías una opción es reforzar el aislamiento cuando se inicia una obra. El programa también contempla la financiación de energías renovables, como paneles fotovoltaicos y termotanques solares, que no solo reducen el consumo de energía, sino que también permiten inyectar el excedente a la red eléctrica.
Destacó que el impacto de la eficiencia energética es triple, ambiental, económico y social. "Reducimos el consumo de energía, lo que disminuye la demanda de fuentes fósiles; ahorramos dinero en nuestras facturas y contribuimos a un uso más racional de la energía en la provincia; y mejoramos el confort térmico en nuestros hogares, sin necesidad de depender tanto de sistemas de climatización", aseguró.
Enfatizó la importancia de hacer un diagnóstico energético antes de emprender cualquier obra de mejora en una vivienda. "Recomendamos hacer primero un estudio para determinar qué partes de la vivienda necesitan aislamiento, evitando así gastos innecesarios y maximizando el ahorro energético", dijo.
Soluciones adaptadas a cada zona geográfica
Las soluciones propuestas por “Eficenza” son diversas y adaptadas a las características geográficas de cada región. En la zona de Yungas, por ejemplo, implementaron con éxito la geotermia en viviendas construidas entre 2018 y 2021, mientras que en la Quebrada y la Puna proponen la instalación de muros Trombe.
Se puede usar en una parte de la fachada, en ventanas o zócalos ya que no hace falta que sea toda una pared negra sino de Laja algo que acumule calor, va con vidrio y se hacen perforaciones arriba y abajo y el calor se va acumulando como el efecto invernadero. Es como una cámara de aire, y por convección el aire frío entra por las ventanitas y empuja el aire caliente que entra a la vivienda durante todo el día en el momento que le da sol. De noche se tiene calor porque esa pared acumuladora de calor, también transmite calor hacia adentro. El aislamiento también es clave. Padilla explicó que en La Quiaca mediante cálculos determinaron que necesitarían 17 centímetros (cm) de lana de vidrio, que dista mucho del los 5 a 10 cm de lana de vidrio que se usa actualmente por el costo.
Para Padilla, la clave de la eficiencia energética reside en una planificación adecuada y en la utilización de las tecnologías disponibles. “El sistema fotovoltaico es la ‘frutilla del postre’, pero su instalación debe hacerse después de reducir la demanda energética de la vivienda mediante un correcto aislamiento”, explicó. De esta manera, se puede dimensionar correctamente la necesidad de energía renovable, evitando sobredimensionamientos costosos e innecesarios. Destacó también la importancia de las asesorías online, que permiten a personas de otras zonas acceder a la consultoría energética. Hace años trabajan con la Fundación Ecoandina, instalando paneles fotovoltaicos que ahorran muchísima energía, además cogenera energía y la inyecta a la red, y se puede usar la energía que se está generando. La Ley de generación distribuida lo permite.
Reutilizar el agua
Sobre eficiencia en el uso del agua, Padilla planteó que se puede hacer colocando en la salida de grifos un aireador, que permite ahorrar agua. También se puede hacer cosecha de agua de lluvia mediante canaletas y almacenar agua en un tanque y usarla luego para limpieza o riego. Otro mecanismo es la reutilización de aguas grises, que por ejemplo se hace en hotelería en la Quebrada usando las plantas fitosanitarias que oxigenan el agua jabonosa y sale agua limpia a través de decantamiento de diferentes granulometrías de piedra, y se puede reutilizar esa agua para la mochila del inodoro, teniendo un segundo tanque. Eso se usó en viviendas eficientes.
